Consignado por matar a su esposa

Después de matar de forma salvaje a su pareja inválida, fue remitido al Cereso de San Miguel  Víctor HERNÁNDEZ [gallery link="file" columns="4"] A DOS días de haber sido detenido por asesinar a golpes a su esposa minusválida, la fiscalía de Homicidios consignó a Serafín Rodríguez Romano, de 73 años de edad, como responsable directo del homicidio, quien fue detenido el lunes en la colonia Balcones del Sur, por lo que se dio su inmediato ingresó al Cereso de San Miguel. La Procuraduría General de Justicia informó a través de un comunicado de prensa, que encontró elementos suficientes para proceder de forma legal contra el inculpado, uno de ellos, que intentó escapar al ser descubierto por elementos de la Policía Municipal y por su propia hija. Como lo informó de manera oportuna El Popular, diario imparcial de Puebla, el pasado lunes en el inmueble de la calle Gabriel García Márquez manzana 16, lote 17, en la colonia referida, se encontró un cadáver en avanzado estado de putrefacción de quien en vida llevó el nombre de Ana María Rivera Noriega, mujer discapacitada que contaba con 59 años de edad. Quedó asentado en la averiguación previa 05/2013/AEHOM, que la quincuagenaria murió a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico severo, luego de haber sido agredida por su cónyuge, Serafín Rodríguez. Al lugar del crimen acudieron elementos policiacos y familiares de la víctima, quienes solicitaron una explicación de lo sucedido a dicho sujeto, quien en un principio negó el acceso a la vivienda y ante la presencia de la autoridad, en tono agresivo permitió la entrada pero trató de huir sin motivo aparente. Por todo esto, el asesino fue presentado al Ministerio Público para que se desahogaran las diligencias correspondientes; horas más tarde y en base a su declaración, se le decretó auto de formal prisión por el delito de homicidio en primer grado. Cebe mencionar que su declaración resultó contundente; el mismo relató que entre martes y miércoles de la semana pasada, el llegó a su domicilio en estado de ebriedad, comenzó a discutir con la hoy finada, la agredió de forma verbal y terminó por agredirla con golpes al rostro, a pesar de que sabía que Ana María estaba enferma de diabetes y no podía moverse porque padecía artritis. El sujeto la golpeó hasta el cansancio y hasta el momento en que se percató de que ya no presentaba signos vitales; acto seguido se encerró en el inmueble para que nadie descubriera el crimen, aunque el lunes por la tarde, su hija al no tener noticias suyas, llegó al lugar y pidió el apoyo de la Policía Municipal, para poder acceder al hogar en donde descubrió el fatal suceso.
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