Le dictan auto de formal prisión por el homicidio de su pareja, el cual ocurrió el 14 de mayo del 2011 Víctor HERNÁNDEZ El Juzgado Quinto de lo Penal, con sede en la ciudad de Puebla, dictó auto de formal prisión en contra de Juan Antonio Hernández Aquino, de 23 años de edad, por el homicidio de su pareja, una joven cuyo deceso fue reportado en mayo de 2011, pero en aquella ocasión se determinó como suicidio. No obstante, de las diligencias realizadas por el Ministerio Público, se encontraron elementos mediante los cuales se inculpó a la pareja sentimental de la hoy finada, cuya detención ocurrió el miércoles de la semana pasada, en la colonia Loma Encantada. Luego de haber sido puesto a disposición del juez penal correspondiente, se solicitó la ampliación del término constitucional de 72 a 144 horas para resolver su situación jurídica, pero al fenecer dicho periodo, se resolvió dejarlo preso y sujeto a proceso. La semana pasada la Procuraduría General de Justicia informó que con la detención de Hernández Aquino quedaba esclarecida la muerte de Rocío Sosa Sosa, una joven de 20 años de edad que era cónyuge del ahora detenido y estudiante de la Facultad de Derecho de la BUAP. El supuesto suicidio ocurrió el 14 de mayo en la colonia San Isidro Castillotla, al sur de la capital poblana. El cuerpo de la mujer pendía de un mueble y tenía atado un lazo alrededor del cuello, y de hecho se inició una constancia de hechos. No obstante, el caso no quedó cerrado, la Policía Ministerial continuó con las pesquisas y encontró elementos que reforzaron la hipótesis del homicidio, motivo por el cual dicha constancia fue elevada a averiguación previa, la 146/2012/AEHOM. A través de informes policiales y datos que aportaron personas cercanas a la víctima, se estableció que previo a su fallecimiento ésta había sido visitada en su domicilio por su pareja sentimental, Hernández Aquino. Debido a lo anterior el ministerio público ordenó la inmediata presentación de dicho sujeto, por lo que los agentes ministeriales se dieron a la tarea de ubicar su paradero, lograron localizarlo en las inmediaciones de su domicilio situado en la colonia Loma Encantada, al sur de la ciudad de Puebla. Hernández Aquino, al ser interrogado con relación a la muerte de Rocío, admitió haberla privado de la vida, ya que tenían problemas de pareja. Estaban separados cuando ocurrieron los hechos y además sospechaba que Rocío tenía una relación sentimental con otra persona, lo que motivó una acalorada discusión aquel 14 de mayo de 2011. Explicó que la tarde de aquel día, tras discutir, él tomó un lazo de tendedero y la ahorcó hasta privarla de la vida, al darse cuenta de que ya no tenía signos vitales, con el mismo lazo ató la parte del cuello a un mueble, esto con la finalidad de aparentar un suicidio y desviar la atención de las autoridades investigadoras. Hay que recordar que el levantamiento de cadáver de Rocío Sosa se llevó a cabo un sábado en la noche, en el domicilio de Circuito Las Carmelitas, manzana 3, lote 128 en San Isidro Castillotla. Ese suicidio fue el número 97 del 2011 y se había informado, por parte de la PGJ, que el cuerpo pendía del barandal de la escalera y que la hoy finada estaba deprimida por la separación con su pareja.