Una madre y sus dos hijos fueron embestidos en la prolongación de la 14 Sur y la 111 B Oriente por un camión en las inmediaciones de la unidad habitacional San Jorge Víctor HERNÁNDEZ LA IMPRUDENCIA de un operador del transporte público, para no variar, provocó la mañana de ayer un accidente del que resultaron heridos una mujer y sus dos hijos, quienes tuvieron que ser llevados momentos después a un hospital particular en la ciudad de Puebla. El probable responsable quedó detenido, aún así vecinos de la zona tomaron las calles para presionar a las autoridades y lograr que se agilicen peticiones, que aseguran, han hecho desde hace casi tres años. Los hechos se registraron en las inmediaciones de la unidad habitacional San Jorge. Cuando María Elena Vázquez Rosas, de 33 años de edad, se disponía a dejar a sus hijos a la escuela, los tres fueron embestidos en la prolongación de la 14 Sur y la 111 B Oriente por un camión de la ruta 33 unidad 08. La mujer así como sus hijos Luis Gabriel y Yazmín Vázquez Rosas, de 7 y 9 años de edad, quedaron tirados en el suelo. Testigos afirman que inclusive una de las llantas del pesado vehículo quedó a nada de la cabeza de uno de los niños. La situación indignó a los pobladores ya que las ambulancias tardaron en llegar. Pasaban de las ocho de la mañana cuando paramédicos en las unidades 039 y 042 del Servicio de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) arribaron al lugar, les brindaron los primeros auxilios y los trasladaron al Hospital Betania para que recibieran atención médica. Por su parte, agentes de Tránsito Municipal del Sector 2 aseguraron al probable responsable, Cristian Robledo López, de 35 años de edad, quien quedó a disposición del Ministerio Público de Culposos Norte. Movilizados por las presidentas de la colonia, más de una centena de vecinos de San Jorge y de Granjas de San Isidro decidieron tomar la 14 Sur en ambos sentidos, desde el Bulevar Las Torres hasta el Periférico Ecológico, para exigir, en primer lugar, que la ruta 33 ya no pase por San Jorge, pues consideran que el derrotero es un peligro. “Los choferes son unas bestias, vienen circulando a gran velocidad, no respetan la señalética ni porque aquí enfrente hay una escuela, se pasan los altos, se vuelan los topes y por lo menos, en lo que va del año, aquí se han reportado unos tres accidentes”, comentó la fuente. Pero además, aprovecharon para exigir al Ayuntamiento la colocación de un puente peatonal, de un semáforo, del cierre de la desviación que se encuentra frente al Bachillerato Quetzalcóatl, donde ocurrió el percance, y de la instalación de topes para evitar este tipo de casos. Aproximadamente a las 11 de la mañana, el delegado de la Secretaría General de Gobierno, José Luis Urbina Espadas, la delegada de la Secretaría de Gobernación Municipal, Kuri Pérez Bada, y la directora de Tránsito Municipal, Carolina Zavalegui, solicitaron a los inconformes que conformaran una comisión de 10 personas para acordar ciertos puntos y compromisos, pero antes debían abrir la circulación. Un rotundo no fue la contestación de los vecinos, quienes propusieron que fuera al revés, que primero se llevara a cabo la mesa de trabajo y luego, si los acuerdos les convencían, liberarían el paso. Kuri Pérez Bada, del Ayuntamiento, señaló que la colocación del puente peatonal ya se había licitado desde la semana pasada (del 14 al 22 de febrero), pues se tiene proyectada la colocación de 18 puentes de ese tipo en diferentes puntos de la capital, entre ellos, uno en el Infonavit San Jorge. Alrededor de las 13 horas los vecinos decidieron retirar el bloqueo para no perjudicar a terceros, aunque cuatro horas después lo volvieron a hacer, ahora bajo el argumento de que la empresa aseguradora, contratada por la ruta 33, no estaba cumpliendo al 100 por ciento con sus obligaciones, respecto a la atención de los lesionados.