Viernes 03 Mayo 2013
Víctor HERNÁNDEZ El pasado martes, autoridades de la Procuraduría General de Justicia llevaron a cabo una exhumación en un domicilio de Santiago Miahuatlán, junta auxiliar de Tehuacán, se trataba del cuerpo de un comerciante de ganado porcino que hace siete meses había sido secuestrado. Ayer, la misma dependencia dio a conocer la detención de tres sujetos, implicados en el crimen. Uno de los probables responsables resultó contar con antecedentes penales por secuestro en grado de tentativa en el Estado de México. Además se sabe que era amigo de la infancia del hoy finado, razón por la cual determinó matarlo antes de que lo delatara. Aunque los ahora detenidos señalaron que privaron de la vida a su víctima, colocándole una bolsa de plástico en la cabeza, se concluyó de las diligencias realizadas y con la necropsia de rigor, que lo enterraron vivo. Fernando Rosales Solís, titular de la Dirección General de Atención a Delitos de Alto Impacto (DGADAI), detalló que el 29 de agosto del 2012, la víctima, un porcicultor de 35 años de edad, salió por la mañana del domicilio de sus padres con dirección a su domicilio, al cual no llegó. A las 17 horas sus familiares recibieron la primera llamada de exigencia económica de los secuestradores por una cantidad de tres millones de pesos a cambio de su liberación. En total, fueron 16 llamadas telefónicas para establecer el monto final y la forma de pago. El 25 de septiembre del mismo año se fijó como la fecha acordada para el intercambio de 250 mil pesos, monto que se entregó en el camino a San Vicente Ferrer perteneciente a Tehuacán, sin que la víctima fuera liberada. Desde entonces, no se volvió a tener noticias suyas. Durante los siete meses de investigación, agentes de la DGADAI se trasladaron el pasado martes a Santiago Miahuatlán, donde lograron detener a los tres sujetos involucrados en el secuestro y homicidio, cuando iban a bordo de un SEAT León de color rojo y con permiso provisional de circulación. La detención cabe precisar, ocurrió afuera de la iglesia, donde trabajaba la detenida. Los probables responsables Marco Antonio Huerta Vicente y/o Daniel García Luna alias El Coletas y/o El Coletudo y/o El Mana de 33 años de edad, originario y vecino de Tehuacán, Puebla. Fidel Castillo Jiménez alias El Compa y/o El Cangrejito de 30 años de edad, originario y vecino de Tehuacán, Puebla. Lorena Santoyo Nolasco alias La Gorda de 42 años de edad originaria de Chalco, Estado de México y vecina de Santiago Miahuatlán. Se logró establecer que tres días después del secuestro, los probables responsables tras la creencia de haber causado la muerte de su víctima por asfixia con una bolsa de plástico, la sepultaron a 1.70 metros de profundidad, colocaron dos placas de cemento para ocultar el cuerpo en el baño de la casa de seguridad, donde fue mantenido por tres días en cautiverio misma que fue rentada por uno de los probables responsables, sin embargo, tras el dictamen de necropsia y criminalística, se pudo establecer que la víctima fue enterrada viva la cual murió por asfixia por sofocamiento. Por lo que hace a Marco Antonio Huerta Vicente y/o Daniel García Luna alias El Coletas y/o El Coletudo y/o El Mana, era amigo de la infancia de la víctima, y es quien la señala para que sea secuestrada, llevándola el mismo con engaños a la casa de seguridad, donde fue sometida por los demás captores, y es la razón principal por la que ya habían decidido privarlo de la vida. Fernando Rosales Solís confirmó que en el pozo de la iglesia donde laboraba Lorena Santoyo, se encontraron algunas pertenencias de la víctima y descartó que se tratara de una “narco fosa” como en principio se había manejado en algunos medios de información.