Luego de una misa de cuerpo presente, con compañeros y amigos, el elemento fue trasladado a su pueblo natal Jorge FONSECA En una ceremonia a puerta cerrada se dio el último adiós a Roberto Solís Galicia, agente 297 de la Policía Ministerial, quien fuera asesinado el pasado jueves antes del mediodía en calles de Tepeaca, cuando pretendía hacer una revisión a una unidad con supuestas alteraciones en sus números de identificación. La ceremonia luctuosa tuvo lugar en los velatorios Valle de los Ángeles, donde acudieron los mandos de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ), encabezados por Víctor Antonio Carrancá Bourget, el titular de la dependencia y el director de la Policía Ministerial, Juan Luis Galán Ruiz. También se dieron cita comandantes y compañeros del finado, quienes se sumaron al dolor de la familia. Tras realizarse una misa de cuerpo presente, el hoy occiso fue trasladado a su pueblo de origen para ser sepultado. En esa ceremonia luctuosa las autoridades informaron a los deudos que se otorgarán los beneficios a los que Solís Galicia tenía derecho. Asimismo extendieron su pesar a los familiares y reconocieron el trabajo del agente hoy caído. Algunas versiones extraoficiales indicaron que los familiares recriminaron a algunos de los mandos medios que manden a trabajar a los agentes desarmados, sin que hubiera respuesta al respecto. Cabe recordar que algunos de agentes ministeriales señalaron que el hoy occiso era de los elementos que andaba desarmados por no contar con el permiso de portación de arma. Sin embargo lo anterior fue negado por la PGJ, que afirmó que tanto el occiso como su compañero José Ángel Contreras Domínguez, portaban armas pero que no tuvieron tiempo de repeler la agresión. Otros ministeriales agregaron que la problemática es mayor, pues de los poco menos de 300 agentes ministeriales que quedan en la corporación, cerca de la mitad no cuenta con arma de cargo por no tener los permisos de portación, entre los desarmados se encuentran incluso comandantes y mandos medios de la ministerial. Pese a ello se les asignan investigaciones y órdenes de aprehensión, por lo que temen que algo similar vuelva a ocurrir. |