Los otros dos implicados en el feminicidio correrían la misma suerte; el cuarto detenido sólo enfrenta cargos por falsedad en declaraciones

 Jorge FONSECA

Hasta 50 años de prisión podrían alcanzar los tres asesinos de Karla López Albert, por los delitos de feminicidio, aborto, robo de vehículo, robo calificado y violación equiparada. Mientras que el cuarto detenido, sólo enfrenta cargo por el delito de falsedad en declaraciones periciales.

Desde el sábado a las 3 horas, Manuel Forcelledo Nader, alias El Many, de 28 años de edad; Rodrigo Augusto Solís Cano, alias El Roko, de 32 años de edad; y Moisés Cordero Hernández, alias El Moy, de 42 años de edad, originario de Veracruz, se encuentran formalmente presos en el penal de San Pedro Cholula, acusados de los delitos antes señalados, dentro del proceso 109/2014, ninguno de ellos cuenta con derecho a fianza, por ser delitos graves.

De los cinco delitos que se les imputan el que se sanciona con mayor severidad por las leyes en el estado de Puebla es el de feminicidio, por el cual los tres antes mencionados podrían alcanzar una pena que va de 30 a 50 años de prisión. Que con las agravantes del caso las autoridades del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) podrían inclinarse a aplicar la pena máxima, que es de 50 años de prisión.

En el caso del cuarto detenido, Leopoldo Camacho Vázquez, de 37 años de edad, quien sólo vendió un chip de telefonía móvil a Forcelledo Nader, mismo desde el que hicieron varias llamadas a Karla, se le dictó formal prisión por el delito de falsedad en declaraciones periciales, el cual está tipificado como grave. Sin embargo, su defensa ha recurrido a tramitar un amparo y la resolución del juez de distrito será conocida en los próximos días.

De esta manera los tres mencionados en primera instancia enfrentarán un largo proceso en su contra, mientras el cuarto podría alcanzar su libertad caucional en caso de que las autoridades lo favorezcan con el amparo.

Como se ha informado en este medio, el 30 de enero Karla López Albert salió para encontrarse con Manuel Forcelledo Nader, de quien estaba embarazada. Desde ese día su familia no volvió a verla. Después se supo que fue asesinada y su cuerpo llevado al Distrito Federal, una semana después fue identificada. El mismo día que identificaron su cadáver, Forcelledo Nader fue arraigado y derivado de las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ), llevadas a cabo durante 40 días, se logró localizar a sus cómplices y fincarles responsabilidades por el feminicidio y los demás delitos que se les imputan.