El cadáver fue localizado por los familiares del ahora occiso al interior de un domicilio en Amozoc; al parecer, el hombre sufrió un infarto y se quedó encerrado con los animales  Jorge FONSECA Un hombre de ascendencia francesa perdió la vida a causa de un paro cardiaco ocurrido al interior del domicilio que ocupaba en el barrio de San Jacinto, en Amozoc de Mota. Allí, al quedar atrapado con perros de su propiedad, los canes, que no podían salir, se lo comieron; le arrancaron la cabeza y un brazo. Se trata de Jean Fierg Haquet González, de 50 años, quien vivía solo en la calle Ánimas, número 40, de la colonia Las Ánimas, en el barrio de San Jacinto. Desde hace más de una semana su familia no sabía nada de él, por ello acudieron a visitarlo. Como no respondió a sus llamados, se brincaron la barda y al asomarse por la ventana vieron que su cuerpo estaba en un sitio y su cabeza en otro. Cuando avisaron a las autoridades, por medio de los números de emergencias, dijeron que lo habían decapitado, pero después se descubrió que sus propios perros habían comenzado a comérselo cuando el cuerpo comenzó el proceso de descomposición. Policías de Amozoc acudieron al sitio y corroboraron el deceso de este hombre, quien tenía desprendido un brazo y la cabeza; se percataron que dichos apéndices habían sido arrancados por las fauces de los canes. Se presume que el hombre, el cual era adicto a las drogas, habría sufrido un infarto que acabó con su vida, ello de acuerdo con los primeros peritajes que efectuó el agente del Ministerio Público de Tepeaca, José Arturo Fernández, quien inició la averiguación previa correspondiente.