Por error, hallan cadáver de niño 24 horas después Por erro, hallan cuerpo de niño un día después
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Paramédicos de SUMA atendieron un llamado sobre dos personas atropelladas, pero al llegar sólo vieron y atendieron a una mujer; en la zona estaba el cadáver de un menor Jorge FONSECA 
Un error de los cuerpos de emergencias al atender un atropellamiento ocasionó que el cadáver de un niño fuera descubierto hasta 24 horas después del percance, pese a que el cuerpo estaba en plena vía pública, en el camellón central de la Vía Corta a Santa Ana, a la altura de la Comisaría Norte de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM). De acuerdo con el orden cronológico de los hechos, relatado por los familiares de las dos víctimas que dejó este percance, el pasado martes, alrededor de las 6:30 horas, María López llevaba a su sobrino Benedicto González López, de 11 años de edad, a la escuela, en el centro de la ciudad; habían salido de la colonia San José El Conde, donde tenían su domicilio. La tía y el niño fueron atropellados en la Vía Corta a Santa Ana, en los carriles que van hacia Puebla. Los cuerpos de emergencias, paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA), llegaron para atender ese percance, pero sólo se percataron de la mujer lesionada. A ésta la trasladaron al Hospital General del Norte, donde murió poco después de haber ingresado. Cuando los familiares fueron notificados del deceso de la mujer preguntaron por el paradero del menor y comenzaron a buscarlo, incluso en su escuela y otros hospitales, pero nadie les dio razón del paradero del infante. Ante esta situación, el miércoles por la mañana la mamá, hermano y otros miembros de la familia salieron a buscar al niño y se les ocurrió ir a la zona de la Central de Abasto para preguntar a los comerciantes, que se presume fueron testigos del accidente, si se habían percatado de qué había pasado con el menor. Todos a los que preguntaron les dieron la misma respuesta, no sabían nada del niño. Así que uno de los miembros de la familia fue a revisar el lugar del atropellamiento y en el camellón central, entre el pasto, encontró tendido el cuerpo del infante. De forma inmediata avisaron a los demás, la madre y el hermano mayor del ahora occiso lo reconocieron plenamente. No tardaron en llegar elementos de Tránsito y de la Policía Municipal, aunque al tratarse de una vialidad federal las diligencias de los accidentes son responsabilidad de la Policía Federal. Poco después, el agente del Ministerio Público especializado en Delitos Culposos delegación Oriente del tercer turno acudió para realizar las diligencias del levantamiento del cadáver e iniciar la averiguación previa 62/2015. Fue difícil, para los curiosos que se dieron cita en el lugar, creer que nadie se haya dado cuenta del cadáver del niño, dado que es un lugar transitado a diario, pues mucha gente pasa de Villa Frontera a la Central de Abasto y en el sentido inverso.
Un error de los cuerpos de emergencias al atender un atropellamiento ocasionó que el cadáver de un niño fuera descubierto hasta 24 horas después del percance, pese a que el cuerpo estaba en plena vía pública, en el camellón central de la Vía Corta a Santa Ana, a la altura de la Comisaría Norte de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM). De acuerdo con el orden cronológico de los hechos, relatado por los familiares de las dos víctimas que dejó este percance, el pasado martes, alrededor de las 6:30 horas, María López llevaba a su sobrino Benedicto González López, de 11 años de edad, a la escuela, en el centro de la ciudad; habían salido de la colonia San José El Conde, donde tenían su domicilio. La tía y el niño fueron atropellados en la Vía Corta a Santa Ana, en los carriles que van hacia Puebla. Los cuerpos de emergencias, paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA), llegaron para atender ese percance, pero sólo se percataron de la mujer lesionada. A ésta la trasladaron al Hospital General del Norte, donde murió poco después de haber ingresado. Cuando los familiares fueron notificados del deceso de la mujer preguntaron por el paradero del menor y comenzaron a buscarlo, incluso en su escuela y otros hospitales, pero nadie les dio razón del paradero del infante. Ante esta situación, el miércoles por la mañana la mamá, hermano y otros miembros de la familia salieron a buscar al niño y se les ocurrió ir a la zona de la Central de Abasto para preguntar a los comerciantes, que se presume fueron testigos del accidente, si se habían percatado de qué había pasado con el menor. Todos a los que preguntaron les dieron la misma respuesta, no sabían nada del niño. Así que uno de los miembros de la familia fue a revisar el lugar del atropellamiento y en el camellón central, entre el pasto, encontró tendido el cuerpo del infante. De forma inmediata avisaron a los demás, la madre y el hermano mayor del ahora occiso lo reconocieron plenamente. No tardaron en llegar elementos de Tránsito y de la Policía Municipal, aunque al tratarse de una vialidad federal las diligencias de los accidentes son responsabilidad de la Policía Federal. Poco después, el agente del Ministerio Público especializado en Delitos Culposos delegación Oriente del tercer turno acudió para realizar las diligencias del levantamiento del cadáver e iniciar la averiguación previa 62/2015. Fue difícil, para los curiosos que se dieron cita en el lugar, creer que nadie se haya dado cuenta del cadáver del niño, dado que es un lugar transitado a diario, pues mucha gente pasa de Villa Frontera a la Central de Abasto y en el sentido inverso. 
