Halla segunda momia en el Pico de Orizaba

Solicita alcalde de Chalchicomula apoyo del gobierno del estado con un helicóptero y de expertos para no exponer a su personal; no se descarta la presencia de más cadáveres  Álvaro RAMÍREZ  Con distancia de un metro a metro y medio entre uno y otro, a 5 mil 370 metros de altura, en la cara del Pico de Orizaba que da a Tlalchichuca, fueron hallados dos cuerpos momificados, enterrados en la nieve, cuya antigüedad podría superar el medio siglo y tratarse de dos alpinistas que fueron arrastrados por una avalancha a una grieta en una expedición de 1959. Juan Navarro Rodríguez, el alcalde de Chalchicomula de Sesma, confirmó que el grupo expedicionario que salió en la madrugada del jueves con la intención de traer un cuerpo que había sido hallado de manera fortuita el domingo pasado por Hilario Aguilar Aguilar, del Club Alpino de México, en la zona conocida como El Chichimeco, se llevó la sorpresa de que en el sitio había dos cadáveres. Entre los apoyos que el Ayuntamiento busca concretar para recuperar los restos, está la solicitud al gobierno del estado de que proporcione un helicóptero, así como el llamado a expertos en alpinismo y rescate a que participen para que no se exponga a personas que no tienen ese entrenamiento. En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, Navarro Rodríguez describió que “ya el Ministerio le otorgó al síndico facultades para que pueda hacer el levantamiento de los cuerpos, por la misma situación, porque están a 5 mil 370 metros de altura, entonces es complicado para subir, tiene que ser un experto… Se tiene que ver la logística, porque cuando ya nosotros nos comunicamos con ellos (los integrantes de la expedición), que eran como las cuatro de la tarde, el viento y neblina ya les perjudicaba y tuvieron que bajar. Mañana se vuelve a hacer el intento de subir y poder hacer todo el trámite”. El presidente municipal dijo que la demarcación, que tiene como cabecera a Ciudad Serdán, ha solicitado el apoyo del gobierno con un helicóptero, aunque aclaró que la zona es de difícil acceso. “Ahí estamos platicando con el gobierno del estado, para que se pueda llevar todo el trámite (y se proporcione el helicóptero). Por lo pronto están ubicados los lugares, los cuerpos. Se escarbó un poquito más porque el frente frío los podía tapar, pero ya tenemos toda la información”. Aclaró que “ya no se trata de un rescate, sino de un servicio, pero debemos tener el apoyo del gobierno del estado o de Cruz Roja Mexicana en alpinismo o el Club Alpino Mexicano, o algo más para que no expongamos a nuestra gente, porque los cuerpos no están en una ruta, sino en un lugar complicado, difícil. También se tendrá que escarbar para sacar los cuerpos, porque están como si estuvieran en concreto”. La memoria y el duelo Luego de darse la noticia, desde la memoria y con alguna discrepancia en la fecha exacta, dos personas han señalado que posiblemente los cuerpos correspondan a quienes en vida llevaron los nombre de Juan Espinoza Camargo y Enrique García Romero, los cuales participaron en la una de siete personas de la Legión Alpinista en 1958 o 1959 —ahí hay contradicción entre las dos versiones— que fue sepultada por una avalancha con un saldo de cuatro muertos. De acuerdo con Reyna Espinoza Camargo, uno de los cuerpos sería de su hermano Juan, quien tenía 17 años al momento de su desaparición en el también llamado Citlaltépetl y que participó en un ascenso que realizó un grupo que salió de la ciudad de Puebla en noviembre de 1958. Otra versión, del exalpinista Luis Espinosa Ruiz, señala que uno de los cadáveres correspondería a Enrique García Romero, guía de ese grupo y a quien apodaban El Calavera por sus pómulos, que sobresalían a su rostro, que participó en 1959 —fecha que da él— en el ascenso al Pico de Orizaba. Luis Espinosa Ruiz, quien hoy tiene 78 años, recuerda que “en 1959, el 1 de noviembre, inició la ascensión y el accidente ocurrió a las 12:15 pasando meridiano del 2 de noviembre. La Legión Alpina llevaba dos grupos de siete. En el primero eran dos cordadas de tres y cuatro”, vanguardia y retaguardia. Un alud de capas de hielo endurecidas por el frío intenso de una noche antes fue el causante del evento que sufrieron los alpinistas, quienes cayeron en una grieta arrastrados por la avalancha y unidos por la cuerda con que subían. Cuatro de la vanguardia perecieron: Enrique García Romero; Juan Espinoza Camargo —el joven de 17 años a quien apodaban La Voz–; Manuel Campos, El Indio Verde y que tenía más de cien ascensiones. Estos tres cuerpos nunca fueron recuperados. Ya en labores de rescate —relata Espinosa Ruiz, quien recuerda que iba en la retaguardia—, encontraron horas después a Alberto Rodríguez, el cuarto fallecido, “ya el cuerpo sin vida, quedó bocabajo y nos guiamos por la mano que estaba de fuera”. Sin embargo, las posteriores expediciones de Socorro Alpino no pudieron encontrar los cuerpos de Enrique, Juan y Manuel. Los únicos sobrevivientes fueron el propio Luis Espinosa Ruiz, Marco Antonio Fernández y Darío Huesca, quien ya falleció por otras causas. Sin embargo, no son los únicos con la esperanza de que se trate de alpinistas específicos, pues Esteban Rosete, director de Protección Civil municipal de Chalchicomula de Sesma, informó que también las embajadas de Estados Unidos y Alemania están atentos a la información, pues hay la posibilidad de que se trate de connacionales suyos que también desaparecieron en el Citlaltépetl. *Con información de Jorge FONSECA
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