Al hombre lo aquejaban problemas económicos y sentimentales, pues se había separado de su pareja; asfixió a los niños para después dispararse con un rifle; dejó nota póstuma sobre su herencia Jorge FONSECA Aquejado por problemas económicos y sentimentales, un hombre de 48 años, asesinó a sus dos hijos, una niña de 8 años y un niño de 3, para después dispararse en la barbilla con un rifle calibre 22 milímetros. El filicida, asesino de sus hijos, en vida llevó el nombre de Arturo Sánchez Peña. Trascendió que estaba separado de su esposa desde hace más de medio año, por lo que ambos compartían la custodia de los niños, se quedaban con ellos una semana a la vez. El lunes comenzaba el lapso en que los infantes estarían a cargo de Sánchez Peña, por ello los pequeños Leonardo S, de 3 años, y su hermanita Violeta S, de 8, se encontraban con su papá en un domicilio de la 25 Sur, casi esquina con la 25 Poniente, colonia Benito Juárez. De acuerdo con las versiones de Fabiola, la hermana de Arturo, alrededor de las 12 horas del lunes escuchó disparos, al ingresar notó que su consanguíneo estaba muerto, al igual que sus dos vástagos; tomó el teléfono y marcó a los números de emergencias. Arribaron paramédicos del Grupo Relámpagos de Protección Civil, de Cruz Roja y del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA): revisaron a los pequeños y se percataron que estaban muertos pero no presentaban lesiones visibles, por ello se piensa que perecieron a causa de asfixia. Sólo el adulto tenía un impacto de bala, bajo el mentón, mientras en sus manos aún sostenía el rifle con que se disparó. Los tres cuerpos estaban en la misma cama, los hermanitos uno junto al otro, con la cabeza sobre almohadas del lado de la cabecera y los pies hacia el otro extremo. Sánchez Peña estaba recostado de forma horizontal, a la altura de los pies de los pequeños. Fabiola reconoció los cuerpos de los occisos y se encargó de llamar a la madre para darle la infausta noticia. Al llegar, la mujer no podía dar crédito a lo que sus ojos vieron. Personal de la Policía Estatal resguardó el domicilio donde yacían los tres cuerpos. De las diligencias del levantamiento del cadáver se encargó el agente del Ministerio Público especializado en Investigación de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado. En la recámara donde ocurrieron los hechos las autoridades hallaron una carta póstuma donde el padre de familia estipula a quién hereda un terreno de su propiedad. |