Un fuerte derrame de gasolina se registró en la comunidad de San Diego, en Villa Lázaro Cárdenas, municipio de Venustiano Carranza. El fuerte olor del combustible se exten­dió hasta varias comunidades, ello ocasionó que cerca de dos mil personas fueran desaloja­das de sus casas por algunas horas hasta que la situación quedó controlada.

Alrededor de las 5:15 horas del domingo un poblador de la loca­lidad referida, con un vehículo y equipo de perifoneo, sacó del sue­ño a sus vecinos. Les avisaba que había un derrame de combusti­ble, por ello debían abandonar sus domicilios y acudir al audi­torio municipal que sería habili­tado como albergue. Elementos de Protección Civil del estado, de Seguridad Pública municipal y estatal, así como de Petróleos Mexicanos (Pemex) de Poza Rica, Veracruz, y del Ejér­cito Mexicano del 90 batallón de infantería, llegaron hasta el lugar para encargarse de la situación.

 La alerta se dio alrededor de las 5 horas y antes de las 8 la situación ya había sido contro­lada. Aunque no se derramaba el hidrocarburo hacía falta repa­rar el ducto y retirar el mate­rial vertido. Hasta después del mediodía todo volvió a la nor­malidad y las personas regresa­ron a sus domicilios.

 No se confirmó si se trató de un desperfecto en el ducto, ya que reportes extraoficiales seña­laron que se había roto, o hubo un derrame debido a una toma clan­destina. Se espera que culminen los peritajes para que las autori­dades sepan qué ocurrió.

En aquella parte del estado ya han ocurrido derrames de com­bustible de considerable magni­tud, los cuales incluso han deriva­ron derivado en incendios.

En Quecholac

Otro punto de la entidad donde se registró derrame de hidrocar­buro, en este caso diesel, fue en la colonia Francisco I Madero, municipio de Quecholac. Alrede­dor de las 8:30 horas del domin­go las autoridades policiales fue­ron avisadas de dicha fuga.

El derrame se debió a una toma clandestina ubicada a la altura del kilómetro 181 de la autopista Pue­bla-Orizaba. Elementos de Pemex y Protección Civil del estado con­trolaron la situación; para las 12 horas la toma ya había sido sella­da en su totalidad. No hubo dete­nidos ni lesionados.