Jorge FONSECA Un moflero originario de san Martín Zoquiapan, fue encontrado muerto en terrenos de cultivo de san Antonio Mihuacán, cerca de San francisco Ocotlán, en el municipio de santa María Coronango. El cadáver fue colocado entre mojoneras de milpas secas, los campesinos que hicieron el hallazgo quedaron aterrados pues los perros y otros miembros de la fauna local habían comido la materia cárnica del rostro, cráneo y parte del pecho, además no contaba con la mano, a partir de la muñeca derecha, se desconoce si este apéndice le fue cortado o arrancado por los animales que se dieron un banquete con sus restos. El reporte del hallazgo de este cadáver se dio por la tarde de este jueves. Atendieron al llamado elementos de la Policía Municipal de Santa María Coronango, quienes confirmaron que en el paraje Zacatelulco, en san Antonio Mihuacán, cerca de un kilómetro de la estación de los camiones conocidos como Los Amarrillos, se encontraba un cadáver con el rostro descarnado. Los uniformados acordonaron el sitio para preservar los indicios, a escasos metros del cuerpo se encontraban regadas algunas de sus pertenencias, tales como una bolsa negra la cual tenía todas sus cosas, por separado y a distintas distancias estaban sus zapatos color café tipo botas industriales, así como un guante tejido. Todo esto quedó dentro del cerco de seguridad que demarcaron los municipales de Coronango. Resguardaron el cadáver hasta la llegada del Ministerio Público de San Andrés Cholula, el cual realizó las diligencias del levantamiento del cadáver. Durante ese tiempo los oficiales de Coronango debieron estar al pendiente ya que los cerberos de la zona se acercaban para seguir devorando el cuerpo. Durante las diligencias del levantamiento del cadáver se revisaron las pertenencias de este hombre y quedó descartado que se haya tratado de algún robo, ya que sus cosas estaban completas. Portaba su cartera con mil pesos en billetes de diferentes denominaciones, ahí también se encontraron identificaciones que señalan que en vida este hombre se llamó Martín Toxqui Fabián, quien contaba con 31 años de edad. Las credenciales que se fueron halladas señalaron que su domicilio estaba ubicado en San Martín Zoquiapan, apenas a unos minutos de donde fue encontrado muerto. Algunos curiosos señalaron que este hombre tenía un taller, era moflero, antes su negocio se ubicaba en Zoquiapan, pero después se cambió a la entrada de Xoxtla. Una persona que llegó al lugar señaló: “Yo lo conocía, era mi cuate. Se me hizo extraño que no abriera hoy su taller. Mira, estaba muerto, por eso no abrió”. Durante las diligencias del levantamiento del cadáver las autoridades apreciaron que tenía diversos traumatismos en el rostro y cráneo, lo que les hace pensar que pudo ser asesinado con un objeto contundente, como un tubo o un palo. Otro indicio que llamó la atención fue que no tenía la mano derecha, sólo quedaba el muñón a la altura de la muñeca el cual dejaba ver el hueso. Este último rasgo no se sabe si fue provocado por la fauna o si sus verdugos cortaron la mano, será propio de los peritajes esclarecer este detalle. Con respecto al cráneo y pecho descarnados, se piensa que las lesiones que sufrió el hombre le dejaron escurriendo sangre, lo cual atrajo a la fauna, como ratas, aves y perros y estos se encargaron de dejar en calidad de calavera a este hombre. Hasta el cierre de esta edición las autoridades investigadoras desconocían el móvil de este asesinato. Se espera que una vez que se entrevisten los familiares y amigos pueda surgir alguna línea clara de investigación.