Botan en Ocotlán a dos ejecutados

Mientras uno de los ahora occisos presentaba cinco impactos de bala, el otro tenía heridas en la cabeza al punto de que estaba casi decapitado Jorge FONSECA Dos hombres fueron ejecutados y abandonados a orilla de un camino de terracería, entre campos de cultivo de San Francisco Ocotlán, municipio de Coronango. Aunque las investigaciones recién comienzan, una de las hipótesis es que el crimen estaría vinculado con el robo de hidrocarburo, por la zona donde fueron botados los restos. Los cadáveres fueron encontrados alrededor de las 7 horas del martes en el camino Domingo Arenas, a 200 metros de Camino Real, en San Francisco Ocotlán; estaban en el suelo, detrás de la cajuela de un Honda Acord, con placas YHJ-8484 de Veracruz. Uno de ellos presentaba al menos cinco impactos de bala en diferentes partes del cuerpo, se presume que fue ultimado en el punto por los rastros balísticos y manchas hemáticas halladas en el sitio. El segundo sujeto recibió una muerte más violenta. Tenía una lesión en la cabeza, la cual escindía su cráneo desde la nuca a la nariz, además de una herida en el cuello, desde la parte de atrás, la cual casi le arranca la cabeza. Policías de Santa María Coronango acudieron hasta el sitio para acordonar la zona. Sin embargo, por órdenes de los representantes de la Fiscalía General del Estado ordenaron ampliar el área. El encargado de efectuar las diligencias del levantamiento de cadáveres fue el agente del Ministerio Público de San Andrés Cholula, quien inició las investigaciones de rigor. Los ejecutados quedaron señalados como desconocidos número 4 y 5 dentro de la averiguación previa correspondiente. Personal de Servicios Periciales acudió para llevar a cabo la recolección de indicios y tener elementos que abonen en las investigaciones para dar con los responsables. Se presume que el hombre que tenía la cabeza casi desprendida fue torturado y asesinado en otro lugar; estaba semidesnudo. Al otro lo llevaron hasta donde fue encontrado el carro. Allí bajaron el cadáver que iba en la cajuela y lo tiraron al suelo, junto a él privaron de la vida al segundo varón. Uno de ellos es de alrededor de 50 años de edad, de complexión muy robusta, y el otro un poco más joven.
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