Intoxicados con los vapores que emana el combustible, cuatro integrantes de una familia de Tlacotepec de Benito Juárez que se dedicaban al robo y almacenamiento de gasolina, murieron durante las primeras horas del miércoles; sus cuerpos quedaron en una bodega clandestina, subterránea.

Los pobladores -algunos de los cuales se dedican al huachicol- no agredieron a los cuerpos de emergencia ni a las autoridades, y permitieron que laboraran en la zona.

Los hechos se reportaron por parte de las autoridades locales, luego de que otros familiares de los hoy finados reportaran al Ayuntamiento el incidente. Al Arco de Seguridad de Palmar de Bravo y al 911 dio parte el director de Protección Civil municipal.

Los hechos se registraron minutos antes de la medianoche en un domicilio conocido de la localidad de Santo Nombre, perteneciente a Tlacotepec, donde se encontró que debajo del piso había una especie de cisterna.

Se trataba de un cuadro de 2X2 metros, que estaba cubierto con láminas a nivel del suelo; sin embargo, debajo de éste se adecuó una especie de cisterna que era utilizada para el almacenamiento clandestino de bidones con combustible ordeñado en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Personal de Bomberos de Tecamachalco y Protección Civil local, junto con elementos de las policías Municipal y Estatal, arribaron al lugar, así se confirmó el deceso de tres hombres y una mujer, cuyas edades no fueron proporcionadas.

A Cruz Roja y Bomberos de Tehuacán sólo se les alertó para en caso de que se requiriera apoyo, pero no fue necesario su traslado.

Una vez que se controló la situación, se procedió a realizar las maniobras para extraer los cadáveres que estaban en la bodega; se trató de 3 hombres y 1 mujer, integrantes de una familia de huachicoleros que operaba en la región.

Se sabe que los occisos tenían su domicilio en la colonia Santa Cruz segunda sección, en el centro de Tlacotepec, y que se trasladaban a Santo Nombre para almacenar el combustible en traslados que se hacían en camiones tipo mudanza.

Las víctimas fueron identificadas como Teófilo Carrillo Martínez, sus hijos Javier y Gabriela de apellidos Carrillo Vera, y el esposo de esa última, Miguel Gaspar Rivera, por otro familiar de nombre Daniel Montero.

En el lugar se encontró un camión utilizado para el trasiego de combustible robado, y dentro del lugar donde fallecieron se hallaron bidones con más de 10 mil litros de gasolina, que fueron asegurados.