La tarde del miércoles se suscitó una explosión e incendio en un domicilio de Santa María Nenetzintla, municipio de Acajete; ardió hidrocarburo de procedencia ilícita. Como se ha hecho costumbre, los huachicoleros no llamaron a la policía, por lo cual ninguna autoridad arribó.

Fueron los huachicoleros quienes se encargaron de apagar el fuego, el cual alertó a miembros de la comunidad, quienes avisaron a las autoridades y medios de comunicación, pues temen que una tragedia pueda ocurrir.

Aunque el humo pudo ser visto desde kilómetros a la redonda, "los únicos que se acercaron fueron policía municipales en una patrulla, pero los apedrearon para que se fueran. Nadie más llegó", explicó un testigo.

Cuando los huachicoleros apagaron el incendio, mucha gente llegó con garrafas y bidones para llevarse combustible. "Luego de la explosión comenzaron a regalar la gasolina", se refirió, al parecer para "comprar" el silencio de los pobladores.

Los vecinos que no están relacionados con el robo de combustible temen una tragedia, por ello piden la intervención de autoridades estatales y federales.