20 Agosto 2017

Palmar de Bravo

La autopista Puebla-Orizaba, ahora poco antes de llegar a la desviación a la Cuacnopalan-Oaxaca, fue escenario de un nuevo asalto a transportista. En esta ocasión se trató de una unidad con material de la marca Truper, con un valor aproximado a los 300 mil pesos en efectivo; los hampones lograron huir.

Se tiene conocimiento de que hombres con armas de fuego hurtaron un tractocamión que se dirigía al estado de Tabasco a entregar herramientas; el conductor fue amagado y privado de su libertad durante unos minutos para después ser amarrado y abandonado en cultivos cercanos a la población de Cañada Morelos.

El ilícito fue reportado al servicio de emergencias 911 durante las primeras horas del sábado. Se informó que sujetos desconocidos habían hurtado un tractocamión de la marca Freightliner, modelo 2017, de color amarillo y con placas de circulación 80A-E6B del Servicio Público Federal, el cual remolcaba una caja seca blanca año 2015, con razón social Transportes Fletes México Express.

En su predenuncia, el conductor y el personal jurídico de la empresa fletera informaron que la unidad circulaba sobre la autopista Puebla-Orizaba, pero antes de llegar a la desviación a la autopista Cuacnopalan-Oaxaca sujetos armados que viajaban en vehículos oscuros le cerraron la circulación, bajaron al chofer de la unidad y lo subieron a otro automotor, mientras varios hombres se llevaban el tractocamión con la mercancía.

Los individuos armados dejaron amarrado al conductor sobre un camino de terracería en los límites de Cañada Morelos y Cuacnopalan, localidad perteneciente al municipio de Palmar de Bravo.

Antes de retirarse, los malandrines le dijeron al chofer que esperara una hora para retirarse y después partieron con rumbo desconocido.

Sobre el hecho, personal de monitoreo satelital, al ver que el tractocamión se había desviado de su ruta, canalizaron el reporte a las autoridades correspondientes. De esta forma se alertó a la policía para ubicar la unidad, con número económico 178.

Luego de unas horas el conductor del camión logró comunicarse con su patrón y reportó lo ocurrido, entonces, por órdenes del personal jurídico de la empresa, denunció los hechos a las autoridades.

Al cierre de esta edición se desconocía el paradero del automotor, así como el de los amantes de lo ajeno.