Vinculan a proceso a chofer de Cabify por feminicidio

El juez consideró que hay pruebas suficientes para relacionar a Ricardo Alexis "N" con el homicidio de Mara Castilla Miranda

Vinculan a proceso a chofer de Cabify por feminicidio
Cortesía | El fiscal Víctor Carrancá anunció la noticia a través de Twitter. Vinculan a proceso a chofer de Cabify por feminicidio

Con los codos sobre la mesa y con las manos en el rostro, por ocasiones llevándose el cabello hacia atrás como en signo de cansancio y exasperación, Alexis Díaz López escucha los cargos que el Ministerio Público formuló en su contra, esta vez -ahora sí- por el feminicidio de Mara Fernanda Castilla Miranda.

A escasos metros, en otra silla de la sala 13 de la Casa de Justicia ubicada en la 11 Sur, le observa Gabriela Miranda, madre de la víctima, cuyo semblante se torna duro al escuchar por enésima ocasión cómo fue que su hija perdió la vida.

La audiencia empieza con retraso, no tanto como en otros casos, la cita era a las 13 horas; 19 minutos después, todos de pie en la sala, reciben al Juez de Control que presidirá la diligencia.

Francisco Tlahuicole, el abogado de Alexis, desgarbado en su silla contigua a la de su cliente, inicia sus peticiones después de que el Ministerio Público solicitara iniciar con la formulación de imputación, argumentando que debía iniciarse una carpeta administrativa diferente.

Y es que la número 852/2017 relacionada con este caso, es la misma que se integró por el delito de privación ilegal de la libertad, que fue el primero que enfrentó tras su detención por el asesinato de Castilla Miranda.

Sin embargo, desde allí empezó con el pie izquierdo, sus argumentos no tenían fundamento legal y el juez de control tuvo que corregirle la plana y dar por improcedente su solicitud.

Con el rostro desencajado, Gabriela Miranda tuvo que escuchar de nueva cuenta el relato del Ministerio Público, respecto a cómo ocurrieron los hechos aquel 8 de septiembre.

Como en todas las audiencias, hubo tropiezos, esta vez la mayoría fue por parte del defensor de Francisco Tlahuicole, que, tal pareciera, es novato en su profesión; "siéntese correctamente abogado", le ordenó el juez, cuando la audiencia no llevaba siquiera 20 minutos.

 Alexis únicamente permanecía allí, sentado, bajo la mirada indignada de Gabriela que, por momentos, prefería voltear hacia otro lado.

En la sala, como parte del público, estaban otros familiares de Mara, y de Alexis sólo su madre, quien desde su arribo a la Casa de Justicia evitó -sin éxito alguno- las cámaras de los reporteros y los intentos de entrevista.

Díaz López se reservó su derecho a declarar, después de un receso de 5 minutos que solicitó al juez de control, previo desalojo de la sala, porque quería hablar con él en privado.

Y para sorpresa de propios y extraños, que suponíamos, pediría por estrategia que le concedieran el plazo de 144 horas para resolver su situación jurídica, por consejo de su representante, Alexis pidió que en la misma audiencia se definiera su vinculación a proceso.

No había transcurrido siquiera una hora para entonces; sin embargo, fue hasta las 17:15 horas que la audiencia concluyó, tras una letanía de conceptos, artículos y párrafos que eran repetidos una y otra vez por el juez y, el Ministerio Público, que sólo era interrumpida por Tlahuicole y sus peticiones o precisiones fuera de lugar.

En más de tres ocasiones, el público escuchó lo siguiente:

Que el 8 de septiembre del año en curso, aproximadamente a las 5 horas, María Fernanda solicitó el servicio de Cabify porque a ella y a sus amigos los habían parado en un Operativo Alcoholímetro en San Andrés Cholula, cuando salían de un antro de la zona.

Ella abordó un Chevrolet Sonic de color gris, con matrícula UAY 64-18 de Puebla, conducido por Alexis, quien debía llevarla a su domicilio en Torres Mayorazgo, al sur de la ciudad de Puebla.

Sin embargo, a las 5:48 arribaron a la dirección de su casa -y que quedó registrada en la plataforma de Cabify-, pero Mara Fernanda no bajó de la unidad. El chofer maniobró repetidas ocasiones, apagó la luz de la unidad, se detuvo y finalmente se marchó.

Si bien no hay datos precisos de que Mara estuviera dentro del vehículo, así se presume, pues no se dieron datos de que bajara en otro punto, y en las grabaciones de seguridad no se observa que descendiera.

 El hoy imputado condujo hasta el Motel del Sur -en 11 Sur 10335-, llegó a las 6:47 horas y ocupó la habitación 25 que le fue asignada por los empleados del lugar. Allí, presume el MP, aprovechando que ella estaba inconsciente, la despojó de su ropa, la atacó sexualmente y la privó la vida.

A las 8:15 salió del motel en su vehículo, se especula que con el cadáver de Mara, envuelto en una sábana blanca que tenía bordados o estampados los logotipos del lugar.

 Condujo hasta inmediaciones del Camino Ocotal, en Santa María Xonacatepec, y allí depositó el cadáver de Mara Fernanda, quien a decir de su madre, tenía sueños, metas y una vida por delante.

 Entre las pruebas que presentó el representante social para sostener la imputación y obtener el auto de vinculación a proceso está la declaración de su hermana, de sus amigos, del vigilante en turno del lugar donde vivía y de personal del motel.

Pero también los datos aportados por Cabify sobre el servicio que pidió Mara, la hora, el lugar, el vehículo y el chofer que le fue asignado por la plataforma inteligente.

Karen, hermana de Mara, contaba con todas las contraseñas de su correo electrónico, de sus redes sociales y fue la última que tuvo contacto con ella, pues al ver que no llegó a dormir, le habló por teléfono justo cuando iba a bordo del coche de Alexis.

Así se pudo obtener los datos de Alexis, con quien hablaron en su momento y parcialmente, dijo el trayecto que había hecho con la hoy finada, sólo que omitió decir que había ido a un motel, que Mara no bajó de su automóvil de trabajo y que la había matado.

El hoy imputado se presentó a declarar de manera voluntaria a la fiscalía y se advirtieron inconsistencias en su versión. El 15 de septiembre, estando detenido, se encontró el cuerpo de Mara con marcas en el cuello porque fue estrangulada y envuelto en la sábana del motel.

Por si fuera poco, llevaba puesta su ropa, sólo que al momento del levantamiento de cadáver, el pantalón lo tenía puesto al revés; días después se confirmó que Mara fue atacada sexualmente por Alexis.

Francisco Tlahuicole no pudo sustentar siquiera la versión que sugería que no fue Alexis sino "otros sujetos" que la estuvieron acosando dentro del antro donde convivía con sus amigos.

A las 16:52 horas, el juez de control vinculó a proceso a Alexis por el delito de feminicidio, le dictó la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa porque tratarse de un delito grave, situación que, al parecer y a pesar de su profesión, el abogado desconocía pues solicitó que se le impusiera otra medida cautelar "menos grave".

Y a petición del Ministerio Público, se concedieron 4 meses para el cierre de la investigación complementaria, bajo el argumento de que faltan por designar ciertos peritos y los resultados de una prueba de ADN que se solicitó al Instituto de Ciencias Forenses de la Fiscalía General.

Se vinculó a proceso a Ricardo Alexis por el delito de feminicidio en agravio de Mara. Se hará justicia.

- Victor Carranca (@vcarrancab) 4 de octubre de 2017

La próxima audiencia del caso será el 4 de febrero de 2018.

A las puertas de la Casa de Justicia, Gabriela Miranda dijo confiar en las autoridades que imparten y que administran justicia, e hizo un llamado a que no se baje la guardia para llegar a las últimas consecuencias.

 Tranquila, al menos así se le notaba, habló con los reporteros y mencionó que ojalá el gobierno del rstado no tarde tanto en emitir la Alerta de Género.

"Espero que entiendan que sólo estamos pidiendo justicia, es todo lo que les puedo decir", concluyó Gabriela, al preguntarle si quería mandar un mensaje a la familia de Ricardo Alexis Díaz López.

La madre del imputado abandonó la Casa de Justicia, apresurada en sus pasos para evitar los cuestionamientos y cubriéndose el rostro con una mano para evitar dar declaraciones.