Amanece Tulcingo con dos cadáveres

Entre las 8:30 y las 12 horas de ayer, vecinos de San Cristóbal Tulcingo hallaron los cadáveres de dos hombres que murieron en diferentes circunstancias. Uno fue localizado en la vía pública y el otro al fondo de una barranca.

Los primeros reportes que recibió el 911 sobre los hechos indicaban que una de las víctimas estaba envuelta en una sábana, lo que hacía suponer que se trataba de un homicidio doloso, pero la versión quedó descartada una vez que arribaron las autoridades al lugar.

Se informó por parte de la Policía Municipal que alrededor de las 8:30 horas, se reportó que en San Cristóbal Tulcingo, en una barranca que se encuentra al final de la calle Ignacio Comonfort, se hallaba un cadáver.

Era un hombre de alrededor de 45 años de edad, que quedó bocarriba y que presentaba una hemorragia nasal, provocada por el golpe que sufrió al caer desde casi 15 metros de altura.

Junto al cuerpo se encontró una mochila con las que, se presume, eran sus pertenencias, así como un teléfono móvil que a decir de los policías, desde que llegaron sonaba de forma constante.

Dos hipótesis se formularon tras el hallazgo, una apuntaba a que el hoy finado, por ir distraído con su teléfono, mientras caminaba a la orilla de la barranca, sufrió la caída, y la otra que estaba alcoholizado.

Los hechos ocurrieron del lado de la colonia Covadonga o Agrícola Ignacio Zaragoza; se espera que en breve, al ahora occiso se le identifique por parte de sus familiares.

Se solicitó el apoyo de Bomberos y Protección Civil para llevar a cabo las maniobras de sacar el cuerpo y entregarlo a la autoridad ministerial.

Apagan a El Lamparitas

Sin embargo, mientras se atendía ese reporte, poco antes del mediodía, se informó que en inmediaciones de la calle Josefa Ortiz de Domínguez, en San Cristóbal Tulcingo, se había localizado otro cadáver.

Era un hombre de alrededor de 35 años de edad, quien quedó tirado en la calle después de haber sufrido, se presume, una congestión etílica.

Lo identificaron como vecino de la zona y con el sobrenombre de El Lamparitas, un hombre que antes de volverse alcohólico se ganaba la vida como hojalatero.