Explosión en polvorín cobra su cuarta víctima mortal

Falleció el único sobreviviente de la explosión de un polvorín en San Juan Xiutetelco, ocurrida el 20 de diciembre

Horas antes de que concluyera el 2017, personal del Hospital de Traumatología y Ortopedia de la Secretaría de Salud confirmó el deceso de un joven de 29 años de edad, único sobreviviente de la explosión de un polvorín en San Juan Xiutetelco, ocurrida el 20 de diciembre; el número de muertos por dicho accidente es de cuatro.

El domingo por la mañana, en víspera de Año Nuevo, personal de la Zona Centro de la Fiscalía General del Estado (FGE), acudió al nosocomio para llevar a cabo las diligencias correspondientes al levantamiento de cadáver de Pedro Hernández Herrera.

El hoy finado laboraba en un polvorín que contaba con permiso de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pero un mal manejo de los implementos para la fabricación de fuegos pirotécnicos provocó un estallido que, en principio, dejó cuatro personas lesionadas.

Con relación a este deceso, el de Pedro, se inició el expediente NUAT-9345/2017 radicado en la Zona Centro.

El siniestro ocurrió el miércoles 20 de diciembre del año pasado en San Juan Xiutetelco y dos días después se confirmó el fallecimiento de las tres primeras víctimas.

La fiscalía, la Secretaría de Salud y el Ayuntamiento de San Juan Xiutetelco, confirmaron aquel viernes que tres de las cuatro personas que resultaron lesionadas el 20 de diciembre tras la explosión de un polvorín en aquel municipio, habían fallecido.

La Fiscalía General del Estado había confirmado de manera preliminar que en el Hospital de Traumatología y Ortopedia de la Secretaría de Salud murió Alexis Sánchez Hernández, de 26 años de edad, quien presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en el 90 por ciento del cuerpo y en las vías respiratorias; el hoy finado laboró en el polvorín durante dos años.

Sin embargo, la tarde del viernes, personal de la Secretaría de Salud confirmó que también murieron Pedro Murrieta Luna, de 63 años -regidor y dueño del taller-, y Carlos Marcial Hilario, de 25 años; sólo sobrevivía Pedro Hernández, cuyo estado de salud era delicado.

El taller de pirotecnia propiedad de Pedro Murrieta contaba con el permiso 1014 de la Secretaría de la Defensa Nacional y estaba ubicado en Privada Miguel Negrete sin número.

Las cuatro personas que allí laboraban cuando ocurrió el siniestro, y que a la fecha han fallecido, resultaron con quemaduras de segundo y tercer grado en el 90 por ciento del cuerpo. Se les trasladó en ambulancia al Hospital General de Teziutlán y después en helicóptero a la ciudad de Puebla.

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