Ejecutado había sido detenido por homicidio

Cándido Paulino de Jesús, de 44 años, fue aprehendido a finales de 2013 por balear en el cuello a un hombre

Uno de los ejecutados la madrugada del lunes en la junta auxiliar de Axocopan, en el municipio de Atlixco, había sido aprehendido a finales de 2013 por el delito de homicidio calificado, pero no se ha aclarado por parte de las autoridades cómo obtuvo su libertad.

Ahora, fuentes de la Policía Ministerial consultadas por El Popular, diario imparcial de Puebla, no descartan que el crimen pudiera estar relacionado con una posible venganza de familiares o amigos de la persona que fue privada de la vida.

De la información recabada, se sabe que Cándido Paulino de Jesús, de 44 años de edad, cuyo cadáver fue hallado en los asientos de una camioneta Gran Cherokee de color negro, con matrícula de Veracruz, era el objetivo de los responsables por la saña con la que fue ultimado.

Como lo informó este diario, el hoy finado recibió 2 impactos de bala en la cabeza, 4 en el tórax y 1 más en el brazo izquierdo; su acompañante fue hallado sin vida junto a la camioneta, pero no se descarta que su muerte haya sido circunstancial.

Mediante una búsqueda hemerográfica, se encontró un boletín de la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ), que el 22 de diciembre de 2013 informó sobre la aprehensión de Cándido Paulino de Jesús, Eustaquio H y Andrés M, como probables responsables del homicidio de Joaquín Medina Arellano, de 26 años de edad, ocurrido en Atlixco.

Cándido Paulino estaba identificado como el autor material de la muerte de Joaquín y se estableció que el 16 de diciembre, mientras se emborrachaban, sacó una pistola y le disparó en el cuello.

Luego le pidió ayuda a su cuñado Eustaquio para deshacerse del cadáver y una vez que se pusieron de acuerdo en el cómo, Andrés les prestó la camioneta en la que llevaron el cuerpo hasta una barranca en Tepeojuma, donde calcinaron los restos.

La víctima fue localizada hasta el 18 de diciembre y el 22 del mismo mes, la PGJ confirmó el cumplimiento de las órdenes de aprehensión de los tres individuos a los que señaló como los probables responsables.

Aunque no se descartan otros móviles en el asesinato de Cándido, una de las líneas de investigación apuntan a ese caso, por el cual no cumplió ni cinco años tras la cárcel, pues además se ignora desde cuándo obtuvo su libertad y en qué circunstancias.

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