¿Por qué volvió a incrementar el huachicol en Puebla?

La entidad se convirtió en una de las tres zonas donde se han detectado 7 de cada 10 tomas.

No es una tarea fácil enfrentar el huachicol, como tampoco lo es el combate al narcotráfico, al crimen organizado o a la inseguridad, porque están retroalimentadas por varios componentes.

Con datos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en 2019 se registraron mil 847 tomas clandestinas en el estado de Puebla, lo que representó una disminución del 10.85% en las tomas clandestinas utilizadas para el robo de combustible con respecto al 2018 (2,072 tomas clandestinas).

No obstante, ahora para este 2021, la entidad es una de lastres zonas donde se han detectado 7 de cada 10 tomas de huachicol.

A decir del analista político de la Universidad Iberoamericana de Puebla, Miguel Calderón Chelius, la injerencia en ese tipo de actividades ilegales resulta un negocio muy atractivo por parte de las familias, pues la taza de ganancia que se puede encontrar en ello es muy alta.

Eso se convierte en un gran incentivo para muchas personas que buscan obtener recursos y no tienen problema en hacer este tipo de actividades justamente para conseguir recursos”, explicó.

Desde su perspectiva, existen diversas razones por las cuales las personas volvieron a meterse en la ordeña de tubos de hidrocarburos: salarios bajos, desigualdad, la proporción de recursos por parte del crimen hacia la gente, que no sería posible que tuvieran acceso a ello en una economía normal, y por el mal funcionamiento del Estado, en conjunto de las instituciones.

Pero todo ello, abordó el especialista, lleva al Poder Judicial, “el cual está muy corrompido”, pues dijo que llega a ser más fácil que salga de prisión alguien que participe en la ordeña de ductos, a alguien que hizo un robo en una tienda, “eso genera un problema de impartición de justicia”.

Por lo tanto, ante estos grandes incentivos, “es muy difícil que se pare las diversas actividades delictivas y en particular, el huachicol, donde hay muchos incentivos”, alertó.

Dijo que, en el caso de Puebla, la zona donde hay extracción clandestina de hidrocarburos, es una zona donde difícilmente la población puede tener acceso a los ingresos que da el huachicol, “no hay muchas alternativas de trabajo”, indicó.

Agregó que, en esas zonas, las familias ya ven a esta actividad ilícita no ilegal, sino como una actividad normal, cotidiana, “casi correcta”.

Los ductos de Petróleos Mexicanos que trasladaban combustible en el tramo Minatitlán-México, atraviesan la zona conocida como el “Triángulo Rojo”, donde las bandas criminales se han enfocado en el “huachicoleo” y también en el robo a transportistas.

Los municipios que más presentaron incremento en el robo de hidrocarburos, de acuerdo al reporte de la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim) fueron: Tepeaca, Acatzingo, San Martín Texmelucan, Palmar de Bravo, San Matías Tlalancaleca, Acajete, Amozoc, Tlahuapan, San Salvador El Verde, Los Reyes de Juárez, Ahuazotepec y Quecholac.

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