El paso de Grace por Veracruz dejó un saldo de ocho personas muertas y graves afectaciones en la zona, de acuerdo al informe dado por el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez y la Secretaría de Seguridad Pública estatal.

Ante esta situación la Secretaría de Protección Civil emitió una declaratoria de emergencia en 22 municipios, entre los que se encuentran Álamo Temapache, Castillo de Teayo, Cazones de Herrera, Chumatlán, Coahuitlán, Coatzintla, Coxquihui, Coyutla, Papantla, Poza Rica, San Rafael y Tuxpan.

Con el fin de apoyar a los damnificados, el político mexicano Martí Batres dio a conocer que en la Ciudad de México (CDMX) se instalarían centros de acopio en las 16 alcaldías donde se recolectarían insumos como agua embotellada, alimentos enlatados, ropa, cobijas y colchonetas.

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Esta medida fue cuestionada por los mexicanos, ya que todos se preguntan sobre el paradero del dinero del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), cuya desaparición fue oficializada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el pasado 28 de julio, al publicar el acuerdo en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

“Se abroga el acuerdo por el que se emiten las Reglas Generales del Fondo de Desastres Naturales publicado en el Diario Oficial de la Federación el 3 de diciembre de 2010”, se detallaba en el texto.

Luego de este cambio, el Gobierno de México no ha expedido los nuevos lineamientos para la aplicación de recursos, programas y proyectos de atención a daños ocasionados por desastres.

Y es que hasta el momento, sólo ha emitido los lineamientos para la atención de las emergencias por fenómenos naturales de atención inmediata a la población, en las que sólo se indican apoyos en especie para los estados, no recursos presupuestarios para atender los desastres.

Estos apoyos consisten en alimentos, medicinas, materiales de construcción endebles como láminas o palmas, que serán entregados en especie, y con intermediación de la Coordinación Nacional de Protección Civil, la Sedena, la Semar y el Sistema DIF.

El acuerdo que invalidó el Fonden indicó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) deben establecer las reglas que las sustituyan para atender los daños materiales, como para atender a la población civil.

De este modo, la Unidad de Política y Control Presupuestario de la SHCP no ha emitido los nuevos lineamientos para el ejercicio de recursos del presupuesto federal en programas y proyectos para atender los daños ocasionados por los fenómenos naturales.

Lo anterior significa que con las nuevas reglas para atender emergencias, como las del huracán Grace, las entidades afectadas como Quintana Roo, Campeche, Yucatán o Veracruz sólo podrán solicitar a la federación apoyo inmediato en especie para alimentación, salud, abrigo, herramientas y servicios de reparaciones menores, pero no el suministro de recursos económicos.

¿Por qué desapareció el FONDEN?

El FONDEN fue un fideicomiso creado por el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León en 1996 para ayudar a las poblaciones afectadas por fenómenos naturales. Este instrumento financiero, dentro del Sistema Nacional de Protección Civil, servía para tener recursos inmediatos para la reparación de infraestructura y bienes de las personas afectadas por desastres naturales.

Estos recursos eran manejados por el gobierno federal a través de la SHCP. Para acceder a ellos, cada estado tenía la responsabilidad de emitir una declaratoria de desastre en menos de 72 horas después del suceso y el gobierno federal era el encargado de entregarlos, en especie o en efectivo.

Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) propuso la desaparición del FONDEN, así como todos los fideicomisos, al asegurar que eran “la caja chica” de los regímenes corruptos. Argumentando que el dinero sería destinado a atender la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19.

“¿Por qué vamos a desaparecerlo? Porque hay elementos suficientes para sostener que era una especie de caja chica; bueno, ni tan chica para funcionarios que compraban de todo sin licitar. Miles de millones de pesos en catres, láminas de zinc, en todo, a precios elevadísimos, hay gente que vivía de venderle a Gobernación, que hacían buenos negocios”, expresó el ejecutivo durante una conferencia matutina en octubre del año pasado.