El gobernador Miguel Barbosa Huerta, anunció que se abrirán las compuertas de la presa Manuel Ávila Camacho, mejor conocida como la de Valsequillo; esto debido a que ya se encuentra al 90 por ciento de su capacidad, y es necesario desahogar el nivel del agua para que este no desborde y ocasione inundaciones en las poblaciones aledañas a la misma.

En este sentido, el mandatario aseguró que el personal del gobierno del estado realizará una serie de revisiones para evaluar las zonas y de ser necesario evacuará a los pacientes de hospitales y cerrará escuelas de todos los niveles en las comunidades cercanas a la presa.

En rueda de prensa virtual, el gobernador aseguró que se actuará con rapidez ante una posible emergencia y sentenció que en Puebla "no nos va a pasar lo de Tula", municipio de Hidalgo donde fallecieron 17 personas en un hospital del IMSS por cortes a la energía eléctrica derivados de las inundaciones por lluvias.

"Están revisando con la Secretaría de Salud si hay algún riesgo, si hay pacientes en las unidades médicas vamos a reubicarlos, no nos va a pasar lo de Tula, no nos va a pasar, si también hay situaciones en escuelas se podría ordenar la suspensión de clases en algunos lugares, eso ya lo está viendo la Secretaría de Educación", indicó.

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Sobre el tema, la titular de la Secretaria de Gobernación, Ana Lucía Hill Mayoral, informó que ocho localidades podrían resultar afectadas por la apertura de las compuertas de la presa y adelantó que se están preparando para prevenir una tragedia.

Las comunidades que estarían expuestas a la presa en caso de desbordamiento serían: Tepenne, en Tzitlacoyan; Barrio Cañaderas, en Atoyatempan; Barrio San Juan, en Molcaxac; Colpacotitla, en Huatlatlauca; Barrio de La Luz, Inspectoría Zaragoza y San Vicente, en Coatzingo; Franciso Ferrer y Tejalpa, en Tehuitzingo; Platanoaya, en Ahuatlán; y en El Calvario, Cuautlá y Ahuatepec, en Tecali de Herrera.

El pasado miércoles por la noche la Comisión Nacional del Agua (Conagua) emitió un comunicado para alertar que la presa de Valsequillo se encontraba al 99.37 por ciento de su capacidad y el riesgo de desbordamiento es latente ante posibles precipitaciones en las próximas horas.

“De acuerdo con los registros de captación de agua que se han venido observando durante los últimos días, es posible que llegue a su capacidad máxima de almacenamiento del 100% y comience a verter sus aguas por el río Atoyac (Alto Balsas), lo cual no implica riesgos en la seguridad de la presa,” se lee en el comunicado de Conagua.

Por lo que el gobernador, ordenó a la Secretaría de Gobernación, a la Coordinación General de Protección Civil del Estado (Cgpce) y al Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap) que realicen un dictamen para determinar cómo y de qué tipo se presentarían las afectaciones en caso de inundación.

También, ordenó a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) emprender acciones de vigilancia en las comunidades y municipios donde la Comisión Nacional del Agua (Conagua) prevé que se presentarían las inundaciones por los altos niveles de la presa Valsequillo.

El gobernador pidió actuar con prudencia, objetividad y no generar alarmas excesivas, sin caer "en planteamientos que luego resulten que le den a la gente confianza y al rato no se prepare".

La presa de Valsequillo, formalmente llamada como “Presa Manuel Avila Camacho” fue construida en 1946 y ha formado el cuerpo de agua más grande de Puebla.

Al inicio, se diseñó con una capacidad máxima de almacenamiento de 404,5 hm³ y un espejo o área superficial de 200 hectáreas y fue construida para beneficiar con riego a más de 33 mil hectáreas del distrito de riego 30.

Actualmente la zona de riego de Atlixco e Izúcar de Matamoros, se encuentra restringido debido al alto grado de contaminación del agua en el embalse.