Un gobernador en su laberinto: el cerco policiaco para enfrentar su desvarío UDLAP

Hay laberintos armados con celo profesional. Este de Miguel Barbosa es uno de ellos. Por Sergio Mastretta

Por Sergio Mastretta

Un gobernador en su laberinto. Me recuerda un viejo juego de mesa, Estrategia, con el general que guarda su bandera tras una maraña de trincheras y regimientos. Pero quienes este miércoles 15 de diciembre quieren llegar a verlo ensu informe ante el Congreso no tienen más propósito que el de decirle que acabe con la aberración que su gobierno ha armado en la Universidad de las Américas Puebla.

Hay laberintos armados con celo profesional. Este de Miguel Barbosa es uno de ellos. 

A media mañana el cerco en el centro de la ciudad alcanza todo el rigor que un gobierno temeroso del descontento popular puede organizar para quedar fuera de su alcance. El de Miiguel Barbosa no es el primero en montar rejas y granaderos alrededor del Concreso del Estado en la 5 Poniente, pero el grado alcanzado hoy admiraría al propio Rafael Moreno Valle, muy ducho en su tiempo en esta materia. Vallas en la 16 de septiembre con la 7 Poniente; vallas en la 16 de septiembre con la 5 Poniente; vallas en la 16 de septiembre con la 3 Poniente. El tinglado se repite si se camina por la 5 Oriente desde la 2 Sur ya hacia el Congreso: las vallas se plantan hasta la 5 Sur. He llegado a tiempo para buscar a los estudiantes, maestros y padres de familia que ayer llamaron a una manifestación ante el Congreso, con la idea de plantarse frente al gobernador. Así es como logro identificar estas nueve barreras con uniformados y guaruras que impedirán a los manifestantes decirle cara a cara que no están dispuestos a que siga este desvarío.

 

 

Aberración, desvarío, despropósito, desbarro. Sobran los sinónimos para identificar una de las acciones más irraccionales tomadas por un gobernador en la historia de Puebla. Y cuidado que la lista es larga, muchas veces sangrientas, y siempre devastadoras para nuestro estado. Miguel Barbosa metió en el saco del conflicto histórico de la Fundacion Jenkins --un galimatías que bien amerita una acción inteligente desde el Estado-- la existencia de una institución fundamental para la vida pública de Puebla, la UDLAP. ¿Por qué se metió en este laberinto?

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No lo entiedo, pero sí veo que ha puesto en jaque la existencia de esta institución. Y que se quiere lavar las manos. Y que algo tienen claro quienes esta día lo buscan sin éxito: que el gobernador es el responsable de lo que está ocurriendo.

En eso pienso a las 11 de la mañana justo cuando la burocracia del Congreso cumple con el protocolo, así que escucho en el cerco de la 5 Poniente y 3 Sur la banda militar que trompetea el himno nacional. En este momento afirmo que el gobernador no hará más que enviar con un propio su informe. Al rato me enteraré de que está ahí de cuerpo presente, y que echa  un discurso que aqui se resume en sus frases principales. Las palabras UDLAP y Coyomeapan no aparecen entre ellas. Sí, por supuesto, que en Puebla se respetan los derechos humanos y la libertad de expresión.

 

 

El gobernador en sus propias frases. (Facebook)

Pueden ser libres, ha de pensar, siempre y cuando no se salten el cerco de mis granaderos.

No lo han hecho las personas que esta mañana se manifiestan y le exigen la devolución del campus de la UDLAP y el reconocimiento de la rectora interina Cecilia Anaya Berríos.

Los encuentro ante la barrera de granaderos atrás de Catedral, en la 2 Sur esquina con 5 Oriente. Publico el video en facebook el recorrido por el zócalo, la intentona fallida de cruzar por el atrio hasta el cerco de la 16 de septiembre y 5 Poniente, el cierre de Reforma frente al pasaje del Ayuntamiento, la caminata hasta el cerco granadero en la 3 Poniente y el mitin que ahí se realiza, con la lectura del Pliego Petitorio de la Comunidad UDLAP. La caminata me ofrece una perla en la voz del novelista Gabriel Wolson, académico desde hace diecisiete años en la escuela de literatura de la universidad (minuto 17.30 del video). Qué gran pena siente por lo que ocurre. Y qué tan grande es la devastación que el conflicto puede acarrear para una de las principales universidades del país. Es indignante, me dice. Barbosa juega al desgaste. Pero el impacto puede ser brutal.

 

Gabriel Wolfon y la indignación que provoca lo que el gobernador le está haciendo a la UDLAP.

El laberinto de Miguel Barbosa esta mañana termina con la manifestación que cerca la vía principal de la ciudad, el boulevard del río, como le decimos en nuestra manera barroca a una de las principales equivocaciones que se han cometido en Puebla de la mano de sus gobernadores. Pareciera que por esa ruta de la aberración autoritaria el gobernador quiere llevar a esta universidad.

 

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