Jornada de vacunación para niños; hasta 7 horas de espera

Desde las cuatro de la mañana, muchos padres de familia comenzaron a llegar, para apartar su lugar y ser de los primeros a las 8 del a mañana.

Las jornadas de vacunación en la entidad poblana, generalmente son un caos total. Las largas filas de personas suelen darle hasta tres vueltas a los puntos de vacunación. Y la jornada de los más pequeños de la casa, no sería la excepción.

El Hospital del Sur o de la Mujer, fue el punto que se seleccionó para inmunizar a los pequeños de la zona sur de la capital poblana.

Desde las cuatro de la mañana, muchos padres de familia comenzaron a llegar, para apartar su lugar y ser de los primeros cuando iniciara la vacunación a las 8 del a mañana.

En este punto de vacunación, el mayor número de personas comenzó a llegar a partir de las 6 de la mañana y se mantuvo así hasta pasadas las 2 de la tarde.

La mayoría de los asistentes eran mamás, tías, hermanas y abuelas las que llevaban a sus pequeños para que recibieran la vacuna que los protegerá de tener síntomas fuertes contra el COVID-19.

Sophia de 9 años acudió con su mamá a las 7 de la mañana, a esa hora la fila comenzaba en la entrada principal del Hospital del Sur, ahí estuvieron esperando a que avanzara una hora y media. A las 8:30 la fila por fin avanzó.

El primer desajuste fue cuando a las 10 de la mañana la fila logró avanzar a la entrada de Peri Plaza, justo de lado de Home Depot, en donde un grupo de personas aprovecharon que no había personal de salud ni miembros de la brigada Corre Caminos, para iniciar otra fila.

Lee también: Niña herida por balacera en vacunación se encuentra delicada

Lo que provocó que mucha gente se metiera, además de que muchos en la fila original se molestaron; a este desbarajuste se agregó la molestia de los encargados de la tienda, pues las filas estaban bloqueando la entrada del centro comercial.

Finalmente llegó el personal de la Brigada Corre Caminos para poner orden y reajustar la fila para que esta se mantuviera por fuera de la tienda.

Sophia y su mamá, continuaron avanzando, pero a diferencia de los adultos, los pequeños tienen otras necesidades, como ir al baño, y muchos de ellos, los más pequeños, no puedes aguantar. Por lo que entre mamis y padres, se cuidaban sus lugares para poder llevar a los pequeños a los baños que muchos locales improvisaron para aprovechar la jornada de vacunación.

Mientras Sophia y su mamá estaban en la fila, lograron ver cómo pasaban los vendedores de tamales, tacos, gelatinas y tortas, para matar el hambre mientras esperaban su turno.

 

 

Seis horas más tarde, a la 1 de la tarde, ambas lograron llegar a la entrada del hospital, ahí parecía que todo iría más rápido, pero los niños pequeños tenían temor de recibir el piquete y alguno de ellos retrasaban las filas haciendo berrinche para intentar evitar la inyección.

Había de todo, niñas y niños muy valientes que, solo cerraban a los ojos y esperaban que pasara rápido la inyección otros en cambio tenían que ser sujetados por sus papás y otras dos enfermeras, pero al final se lograba la inmunización del pequeño.

Al final, como en todas las jornadas, las enfermeras, doctoras y doctores, además del personal de apoyo, vigilaban que a los infantes para que no tuvieran reacciones adversas y darles las indicaciones de su cuidado en los próximos días.

  • URL copiada al portapapeles