Familiares de secretaria de Economía lideran negocio piramidal en Puebla
Haydée Salomón Vivaldo y Carlos Medellín, hermana y cuñado de Olivia Salomón Vivaldo llevan 12 años viviendo en la punta de una pirámide, por encima de miles de jóvenes que aspiran a tener una vida de lujos.
Todo empieza con un ¡Hola, me gusta tu perfil! ¿Te puedo hacer una pregunta? Ese es el gancho para atrapar a cientos de jóvenes Puebla, de otros estados de México, de países como Colombia, España y Brasil y básicamente cualquiera hispanoparlante para ofrecerles ganar dinero en dólares a partir, precisamente, de buscar más personas y hacer una escalera en donde gana más el que está arriba.
Haydée Salomón Vivaldo y su esposo Carlos Medellín llevan 12 años viviendo en la punta de una pirámide, a ellos los cargan miles de personas, en su mayoría jóvenes, que aspiran a tener una vida de lujos y viajes como la que la pareja presume en sus redes sociales.
Carlos y Haydee nacieron en Puebla, son familiares directos -hermana y cuñado- de la secretaria de Economía del Gobierno del Estado, Olivia Salomón Vivaldo, quien se perfila para buscar un nuevo cargo político en 2024. Lee también: ¡Aguas con los productos milagro de B-HIP!
Además de ser hermanas, Olivia y Haydee comparten la idea de impulsar el ‘networking’, que se entiende como una red de contactos profesionales, en las que se pretende generar oportunidades laborales o de negocio.
Olivia Salomón lo hace desde el Centro de Innovación, Emprendimiento y Negocios (CIEN), que inauguró en noviembre de 2021 en la zona de la pirámide de Cholula, y su hermana, Haydée, por medio de las redes sociales desde donde capta jóvenes para la empresa multinivel o piramidal, B-Hip. Lee también: Conoce a las y los estafadores más reconocidos de la actualidad Al igual que Olivia, Haydee y Carlos tienen su residencia en el Fraccionamiento La Vista, la zona más exclusiva de Puebla, pero sus cuentas de Instagram demuestran que pocas veces están en el estado. Presumen que viven viajando de país en país como parte del cargo que tienen en la empresa B-Hip Global, en la cual tienen el rango de ‘Diamante Azul’ y perciben entre 50 y 350 mil pesos mensuales cada uno, según las propias estimaciones de la compañía.
De hecho, Haydee y Carlos están en la parte más alta de un esquema piramidal en donde las personas que captan y que recién inician se les llaman Bronce, después pasan a ser Plata y posteriormente Oro. Tras cuatro años de trabajo podrían aspirar a Platino, Zafiro y Rubí y percibir 12 mil pesos mensuales.
Tras una década de trabajar en el esquema financiero de B-Hip, podrían ser Esmeralda, Diamante o Diamante Azul, como Haydee y Carlos, el rango más alto es Diamante Negro y la única persona en México es Omar Stark, quien se estima gana hasta 500 mil pesos mensuales.
B-Hip, una estafa piramidal disfrazada de venta de suplementos
El pasado jueves 24 de noviembre, Carlos Medellín ‘Diamante Azul’, impactador global y master líder de toda Latinoamérica hizo un live en su cuenta de Instagram en la que defendió la legalidad de B-Hip, rechazó que la empresa a la que pertenece viviera o captara recursos a partir del dinero de otras personas y aseguró que vivían de la venta de productos.
No obstante, los suplementos que oferta B-Hip han sido objeto de una alerta de Cofepris, que los catalogó como productos engaño.
“Network marketing, nutrición y cosmética. Productos de consumo, oportunidades de negocio reales”, defendió Medellín en su transmisión, y agregó: “Si el dinero proviene de ingresar personas, cuidado. Pero si el dinero proviene de la distribución de productos nutricionales, que benefician a la salud puede ser una oportunidad de negocio”, presumió.
Es decir, Carlos Medellín reconoció que han amasado su fortuna a partir de la venta de productos alimenticios, los mismos que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) del gobierno federal los presentó como ‘productos engaño’.
En enero de 2022 la Secretaría de Salud federal emitió la Alerta Sanitaria 02 del año para advertir que los productos “Bhip Blue Blend”, “Noni Gia”, “I-Pink” y “Purple Caps Xtreme” no pueden ser comercializados, distribuidos ni publicitados por ningún medio o empresa. Es por eso que se comercializan únicamente por redes sociales.
“Los productos engaño son aquellos que prometen aliviar padecimientos, quitar dolores o curar enfermedades sin presentar ninguna evidencia técnico-científica, aprovechándose de la urgencia de personas y causando riesgos a la salud; antes eran incorrectamente clasificados como “productos milagro”, cita el comunicado oficial.
Pero además, Cofepris detectó la venta ilegal de estos productos en línea, redes sociales y a través de vendedores independientes que son parte de un modelo comercial multinivel.
Cofepris se refiere a la empresa B-Hip, de la cual forman parte Haydee Salomón Vivaldo y Carlos Medellín, quienes han hecho múltiples encuentros con jóvenes en el Centro de Convenciones de Puebla, en la zona de Paseo de San Francisco en donde los convencen de sumarse a su esquema financiero y de venta de productos.
Enganchar a jóvenes a través de redes
Los lujos, viajes, autos caros y marcas exclusivas que presumen en fotos, la buena vida que se exhibe en redes sociales son el atractivo para convencer a jóvenes de que ellos también pueden conseguirlo, lo único que deben hacer es emprender, animarse a invertir e iniciar con 200 pesos por recibir una charla y después de varios cursos, entrar hasta con 30 mil pesos para ser parte de la vida B-Hip.
Carlos Medellín inició su carrera como vendedor en Omnilife, empresa mexicana que precisamente sigue el esquema Ponzi, que es un modelo piramidal que consiste en atraer nuevo capital y pagar utilidades a los inversores anteriores con fondos más recientes.
En Omnilife el trabajo era puerta por puerta o en puntos de concentración masiva, pero con la llegada de las redes sociales el efecto pirámide detonó, resultó más sencillo aventar la red para pescar personas que quisieran conseguir dinero rápido.
Dos jóvenes poblanos entrevistados por El Popular, periodismo con causa, explicaron que Carlos Medellín tiene una psicología potente, promete ingresos en dólares con el mínimo esfuerzo y además lleva a más personas a dar sus testimonios para intentar hacerlo lo más real posible.
¿Cómo estás, te puedo hacer una pregunta?
Todo inicia con una solicitud de mensaje en Facebook o Instagram ¡Hola, me gusta tu perfil! ¿Te puedo hacer una pregunta? ¿Quieres generar ingresos por redes sociales y solo trabajar desde tu celular. Ese es el gancho para animarte, dijo Rocío, una de las personas entrevistadas en Puebla.
Narró que después de la conversación en Instagram le pidieron su número de Whatsapp y allá se trasladó la conversación, le dijeron que lo único que tenía que hacer era tener redes sociales, acceso a internet y las ganas de superarse. Todo parecía fácil.
Después de convencerla de tener buenos ingresos de una manera sencilla le dijeron que no podrían darle más detalles, tenía que ir a una charla en el teatro La Paz, o ya mejor conocido Teatro B-Hip, en la Avenida Juárez 2309.
Le pidieron que llevará un código de vestimenta, al llegar un guardia en la puerta la hizo esperar, cuando pudo entrar le notificaron que tenía que pagar 200 pesos por la serie de conferencias que iba a tomar. Desde ahí empezó a sospechar, pero pudo más su curiosidad.
Entró y escuchó a varios ponentes que la bombardeaban de sus casos de éxito, desfilaron vendedores de varias ciudades del país como Mérida y Veracruz. Al final habló Carlos Medellín y les dio una sacudida, les cuestionaba si querían ser personas de éxito, sino que mejor se fueran.
“Ellos son su propio gancho, su imagen es la que vende, presumen sus redes sociales y te mentalizan que puedes ser como ellos, que antes ellos tampoco no eran nadie”, narró Rocío.
Tenemos una predisposición a ser manipulados, dijo la joven que se sintió defraudada, nos gusta ser como lo que vemos en redes, por eso los influencers y ellos te garantizan que puedes aspirar a ser millonario.
En las charlas todo el lenguaje es en dólares, no hay pesos, hablan de un esquema global, no existen las fronteras, por un momento ni si quiera el producto importa, lo único que interesa es atraer gente.
“Llama mucho la atención, a quién no le gusta el pinche dinero”, contó José Luis, otro de los entrevistados quien destacó mucho que para llegar a esas reuniones en el teatro B-Hip les piden un código de vestimenta para sentir que todos son exclusivos.
El día de la reunión, en la Avenida Juárez había autos de lujo, guaruras, prohíben la entrada sino tienes acceso o invitación, la idea es que los invitados se sientan especiales, que son elegidos.
De acuerdo con José Luis de 23 años, los que ahí se presentan son oradores profesionales, manejan discursos de superación, de éxito, de liderazgo en el que sin esperarlo te hacen sentir que el camino para ser millonario es sencillo.
De hecho, en el perfil de Carlosbhip se presenta como ‘mentor de millonarios’.
En entrevista, el muchacho reconoció que se sintió estafado pues al final lo que buscan es el dinero de los participantes, van desde los 200 pesos que cuesta la entrada a las charlas y después aumenta desde 3 mil pesos o hasta 30 mil pesos si se busca ser más optimista. A cambio del dinero dan cajas con los sobres de suplemento alimenticio que ha vetado Cofepris.
“Esconden la transparencia, no son honestos, prohíben tomar fotografías, presentan resultados demasiados optimistas, utilizan técnicas de manipulación en el discurso. Se la pasan repitiendo los casos de éxito, una y otra vez, es como una obra de teatro”, dijo el estudiante egresado de la BUAP que se mantiene en búsqueda de empleo.
La hipocresía, los que te venden estabilidad financiera es bárbara, agregó, van por los empleados asalariados o por los que no tienen empleo, van por los que sueñan con ser emprendedores, van por cualquier que pueda caer. El modelo B-Hip
De acuerdo a los testimonios recabados y un ejercicio hecho al seguir los perfiles de Haydee Salomón Vivaldo y Carlos Medellín, se comprobó que llegan decenas de mensajes en los que lanzan el gancho para captar personas. La nacionalidad no importa, escriben de Colombia, Brasil, España, y de varios estados de México, la mayoría son de Puebla.
Después de enganchar vía redes social y posteriormente Whatsapp, se ponen en contacto con algún agente del estado en donde radique la víctima para entonces invitara a las charlas motivacionales. Pero el que se queda con la primera comisión es el que logró enganchar al potencial soñador.
En ocasiones la primera charla no tiene costo, después cobran 200 pesos para la renta del teatro, posteriormente crean equipos según cómo vean el interés de cada persona y así los van pastoreando hasta que les comentan que deben invertir.
El primer ganchazo es de 150 dólares, que representan alrededor de 3 mil pesos. Dependiendo del grupo, les llegan a pedir hasta 1,500 dólares, o 30 mil pesos.
Cuando piden el dinero es cuando llega el hostigamiento, contó uno de los involucrados en B-Hip que pidió la reserva del anonimato.
Y es que la estrategia es convencer que es una inversión, que es la única transacción inicial de la vida, que vale la pena. Además motivan a pedir un préstamo bancario, o vender cosas o pedir a la familia. Se comunican diario, a todas horas y tanto por teléfono como por redes sociales.
Una vez que se paga los 30 mil pesos, te hacen llegar varias cajas con los productos para que se vendan. Pero en realidad hay dos formas de recuperar la inversión: la venta del producto o llevar más gente, y ahí donde está el verdadero negocio.
Los productos son suplementos alimenticios, o de nutrición, también lo manejan como cosmética, pero el verdadero modelo de negocios es el de atraer gente a B-Hip, al estilo de vida.
De acuerdo a los testimonios recabados, por cada persona que se lleve se dispersan 20 dólares hacia arriba del esquema de la pirámide hasta que llega a los rangos ‘Diamante’.
De esta manera la familia de Olivia Salomón se hace más rica al ser los creadores de la red en Puebla, están en la punta de pirámide la cual esta sostenida por miles de jóvenes que aspiran a ser exitosos, en viajar por el mundo y ganar más de 12 mil pesos mensuales, aunque para ello tengan que esperar más de cinco años. |