Antorcha invita a los artistas a probarse en todas las artes y cultivar puntualmente el arte de declamar.

El hombre es un creador de belleza, de ideas y de arte, por lo que un hombre solo se convierte en uno cuando es creador

Jóvenes pertenecientes a las diferentes disciplinas artísticas que se practican en los Grupos Culturales Nacionales del Movimiento Antorchista, realizaron recital de poesía luego del homenaje a Felipe Valdes Leal

Dicho recital de declamadores contó con poesías tales como “Despedida” del autor Paul Geraldy, “Si tu me olvidas” de Pablo Neruda, “Danos un motor” de Vladimir Mayacovsky y “Sentados sobre los muertos” de Miguel Hernandez.

Aquiles Córdova Morán, líder del antorchismo nacional, explicó a los presentes que el hombre es un creador de belleza, de ideas y de arte, por lo que un hombre solo se convierte en uno cuando es creador, pues para que el hombre pueda enfrentarse a su realidad, tuvo que “haber desarrollado todas las facultades creativas del ser humano”. 

“El hombre que solo hace una cosa, por ejemplo el obrero, que lleva 40 años apretando un tornillo; es un hombre mutilado, un hombre unilateral como dijo Marcuse, es un hombre incompleto que está desperdiciando el 90% de sus capacidades para emplear el 1% en apretar un tornillo”.

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Recalcó que para ser creador, el hombre y la mujer deben “desarrollar todas las cualidades que posee todo el organismo humano movido por el cerebro y por la voluntad humana”. Es por ello que invitó al antorchismo, en específico a los jóvenes que se dedican a la actividad artística a que ensayen a probarse en todas las artes, pues aseguró que “seguramente van a descubrir que en todas se sienten cómodos - sobre todo si perseveran en la práctica - que se sienten realizados, elevados multiplicados, que se sienten tranquilos sino felices de la vida que están llevando. Esta es la filosofía que debemos cultivar en todos los jóvenes que están en nuestros clubes artísticos”.

Asimismo, mencionó que para alcanzar esta tarea es muy importante y útil el papel de la poesía, que se da en dos niveles, el primero en la declamación y el segundo en la creación de los versos, sobre esto último comentó que “seguramente lo más difícil es hacer o crear una poesía” sin embarazo, puntualizó que “declamar también es difícil, porque al final de cuentas es recrear, volver a crear lo que ya está creado en las páginas de un libro, pero que está como muerto”.

“La poesía, la novela, el teatro, el ensayo, son obras a veces realmente geniales del cerebro humano, pero están muertas, están petrificadas en las letras de los libros, en las hojas de los libros y allí como muertos enterrados muy hondamente, no producen ningún fruto, es necesario revivirlos, es necesario traerlos a la vida, para realmente vuelvan a fructificar. Esa es la gran  labor del declamador”. 

Hay que revivir al poeta, pero lo tienen que revivir con todas sus cualidades, sus matices, sus ideas, sus emociones, como si lo volviera hacer el propio poeta muerto y esto es lo que hace difícil la declamación, además el declamador tiene que intentar siempre conectar con el público”, comentó Córdova Morán

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Aquiles Córdova hizo hincapié en que “el declamador es un artista, es un creador aunque sea un recreador, vuelve a crear lo que ya está creado, pero no es fácil revivir a los muertos, no es fácil y eso es lo que ustedes tienen que hacer cuando declaman”; en que tiene que lograr que aquellos que son espectadores se sacudan, estremecen, lloren, rían, si así lo exige la poesía, o sea, “lo tienen que hacer sentir un ser nuevo y diferente a lo que ha sido antes, por eso sí es difícil el arte de la declamación, es una obra creadora y no es sencilla de lograr a plenitud”. 

Por último, invitó a los jóvenes a continuar con este aprendizaje y a seguir probándose en todas las áreas artísticas, pero especialmente en la declamación.

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