El Partido Revolucionario Institucional (PRI) publicó la convocatoria para iniciar el proceso interno ordinario de renovación de la dirigencia en Puebla para el periodo estatutario 2025-2029. La votación se realizará el próximo 9 de enero de 2026. La información sobre la elección de la Presidencia y la Secretaría General del Comité Directivo Estatal (CDE) fue difundida desde el pasado sábado en los estrados digitales del PRI Nacional, en los físicos y en la página oficial del partido en Puebla. Te puede interesar: Héctor Laug levanta la mano para dirigir el PRI en Puebla De acuerdo con el documento, el próximo martes 9 de diciembre se expedirá el Manual de Organización. La Jornada de Registro se llevará a cabo el 18 de diciembre. Los dictámenes correspondientes se emitirán al día siguiente, 19 de diciembre. El método de elección será por Asamblea de Consejeras y Consejeros Políticos, es decir, sin participación directa de la militancia. El periodo de campaña interna será del 20 al 31 de diciembre. La jornada electiva se realizará el 9 de enero de 2026, día en que también se hará el cómputo final. La convocatoria fue publicada por el presidente estatal del PRI, Juan José Castro Justo, ante el Notario Público número 28, Jorge Valentín Meneses Rojas, quien dio fe tanto de la convocatoria como de los acuerdos de atracción del proceso interno, así como del método estatutario definido por PRI Puebla. CEN del PRI asume control de elección en PueblaEl Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI asumirá la conducción del proceso de elección de la dirigencia estatal, luego de aprobar la atracción del procedimiento. El dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, consideró que esta acción era necesaria para garantizar un proceso “pacífico, transparente y armonioso” entre la militancia El acuerdo, publicado el domingo 7 de diciembre, señala que la renuncia del exdirigente Néstor Camarillo Medina y una posible “crisis” operativa dentro del partido justifican que el CEN tome el control del proceso. Asimismo, menciona que existen factores “políticos y organizativos relevantes” que requieren centralizar la elección para asegurar una transición ordenada.
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