En México, vender o distribuir vapeadores podría convertirse en un delito grave pues la Cámara de Diputados aprobó una reforma que establece penas de hasta ocho años de cárcel y multas superiores a los 200 mil pesos para quienes fabriquen o comercialicen estos dispositivos. Con esta votación, la mayoría legislativa avaló prohibir la producción y venta de vapeadores y cigarros electrónicos en todo el país. El argumento principal de los diputados que apoyan la reforma es que el uso de vapeadores ha crecido con fuerza, especialmente entre adolescentes. Señalan que muchos de estos productos se venden sin regulación y bajo la idea de que son “más seguros” que los cigarros tradicionales, lo que —de acuerdo con legisladores— ha confundido a los jóvenes. La propuesta, impulsada por la bancada de Morena, pretende cortar la cadena de comercialización de estos dispositivos para evitar que lleguen con tanta facilidad a menores de edad. La oposición advierte riesgos y posibles abusosEl debate estuvo lejos de ser tranquilo. Diputados del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano criticaron que la reforma podría prestarse a que autoridades abusen de su poder y detengan a jóvenes solo por portar un vapeador. Aunque Morena aseguró que presentará una reserva para especificar que los usuarios no serán sancionados, la oposición teme que la redacción original pueda provocar confusiones. También reclamaron que el documento final, de más de 800 páginas, no fue analizado con especialistas en salud, investigadores ni organizaciones civiles. Te puede interesar: Ya no solo padres y abuelos: Suprema Corte amplía pensión del IMSS a cuidadores La prohibición de vapeadores no llegó sola. El dictamen también incluye otros cambios, como nuevas reglas para la compra de medicamentos, controles más estrictos para sustancias peligrosas y medidas contra el tráfico de precursores químicos utilizados en drogas sintéticas. Mientras la oposición denunció que se aprobaron asuntos “sin relación entre sí”, Morena afirmó que se trata de una estrategia integral de salud pública. Con la aprobación en la Cámara de Diputados, el texto se enviará al Senado, donde volverá a discutirse.
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