Cuando hablamos de las vacunas contra el COVID-19, tenemos muchas opiniones. Que si me tengo que ir temprano, ¿qué tengo que llevar?- aquí es donde más batalla la gente- o si te va a doler. Y es que es bien fácil hablar si no te ha tocado. Bueno, yo les voy a platicar mi experiencia durante mi turno en la Jornada de vacunación para las personas de 30 a 39 años. 

Yo me preparé la noche previa; imprimí mi expediente de vacunación, y saqué copias de mi CURP, INE, y comprobante de domicilio. Ojo, en la página de la Secretaria de Salud te indica que tienes que llevar original de todo y una copia.

Si bien al rededor del hospital o centro de salud hay módulos o papelerías para sacar copias, si quieren avanzar rápido y no perder mucho tiempo, les recomiendo que lo hagan antes de llegar. La fila se va haciendo más larga entre más tarde te formes. 

Cuando estás formada, escuchas de todo. Atrás de mi estaba una señora que venía con su hija, una niña de unos doce años más o menos, y le estaba explicando lo importante de la vacuna, al mismo tiempo le externaba su preocupación por el regreso a clases. 

Lee también: Exigen profesores y estudiantes vacunas en la Sierra Norte de Puebla

Curioso, porque generalmente los niños no quieren regresar a clases, pero esta nena sí quería y le preguntaba a su mamá "¿cómo le iban a hacer?". A esto su mamá le respondió que si todo seguía igual, a ella no le importaba que reprobara, solo quería que no se enfermara con el virus.  

Así muchos otros comentarios y pláticas, unas más nerviosas que otras y alguna llena de teorías de conspiración. No importaba porque ya estaban en la fila y, creyeran o no en la vacuna, se la iban a aplicar.  

Yo avance en un lapso de 40 minutos para poder llegar a la entrada del hospital , ahí los doctores y personal de la brigada correcaminos nos dieron indicaciones para ordenar la papelería que llevábamos. 

En mi caso, nos dijeron que solo se necesitaba el expediente de vacunación -el que sacas en internet-, una copia de la CURP, una copia de la INE y una copia del comprobante de domicilio (sí, tu comprobante puede ser de lo que sea mientras no exceda los tres meses de antigüedad). 

Una vez adentro de las instalaciones del hospital, la movilidad aumenta, todo es increíblemente más rápido (nota: recuerden que cada punto de vacunación es diferente), por lo que, en medida de lo posible, no lleven suéter o sudadera cerrada. Les complicará la aplicación de la vacuna. 

Justo antes de pasar a tu respectivo módulo, una doctora repite las indicaciones. No es que sea enfadosa o simplemente crea que no captaste todo desde la entrada, simplemente es para asegurarse que cuando pases al registro esté todo a la mano para el joven que terminará de llenar el formato. 

Este formato tu lo llenas de manera parcial, con datos como tu teléfono y tu dirección, pero ellos agregan lo que es el número de lote, qué vacuna te van a aplicar y verifican que no tengas otras enfermedades. 

La aplicación de la vacuna es cosa de segundos, ni siquiera minutos, segundos. Es tan rápido que empiezas a sentir el dolorcito en el brazo donde te inyectan hasta que ya estás sentado en tu silla , mientras estás en observación. 

Ahí una doctora nos explicó que teníamos que estar al pendiente para la siguiente dosis y recalcó la importancia de guardar el comprobante de la aplicación de la vacuna, además nos comentó que durante los siguientes dos días es normal tener reacciones como dolor de cabeza, cuerpo cortado y fiebre. 

Finalmente nos dijeron que ya nos podíamos retirar, a menos que tuviéramos alguna reacción inmediata, pues hay quienes presentan los síntomas de la vacuna muy rápido. 

Es recomendable acudir exactamente el día y horarios que te tocan, así no generas aglomeraciones innecesarias, además llevar la papelería que te indican para que la fila fluya de manera constante. Otro consejo es que en medida de lo posible, acudas al punto de vacunación en taxi, camión o transporte ejecutivo, pues los carros particulares generan mucho tráfico en la zona y congestionan el lugar. 

Bueno, así fue mi mañana durante la jornada de vacunación. Recuerda que la vacuna no te inmuniza del virus. Te apoya a que si te enfermas los síntomas no sean tan fuertes y la libres de manera menos estresante y mortal. 

El uso del cubrebocas, gel antibacterial y la sana distancia son vitales para que el virus no se propague ☺ ; aunque ahora no creas en el virus o escuches alguna teoría de conspiración, cuando estabas bebé tus padres te vacunaron de la polio y gracias a eso jamás te dio esa enfermedad. ✌