Una gran forma de comenzar el año es visitando este paraíso con cascadas ubicado al noroeste de Puebla.

Conocido por la producción de miel, el municipio de Honey lleva este nombre en honor al inmigrante inglés, Richard Honey, quien fue un empresario en la época del Porfiriato.

Su principal atractivo es el Centro Ecoturístico Cascadas Paraíso, o como la gente lo llama, Bosque de Honey.

Aquí se albergan 10 sorprendentes cascadas en donde podrás darte un respiro de la ciudad. Para conocerlas todas deberás cruzar un sendero, el cual te llevará alrededor de 3 horas y media.

Por lo que se necesita tener buena condición física, no se recomienda que vayas con niños muy pequeños ni con adultos mayores que se puedan cansar fácilmente.

Por seguridad de los asistentes no está permitido nadar en las cascadas, ya que de igual manera es una de las medidas de conservación de estas.

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El sitio cuenta con cabañas para pasar una noche inolvidable, estas incluyen una fogata regulada por el personal del lugar y se pueden ingresar alimentos.

También se puede disfrutar de tirolesas y zonas de acampar con vistas espectaculares para los visitantes; incluso se puede realizar pesca deportiva en un lago de truchas cercano.

Tiene un horario de lunes a domingo de 7:00 a 18:00 horas, y el costo para adultos es de 70 pesos y niños 60 pesos.

Queda a tres horas en automóvil aproximadamente, para llegar, debes tomar la autopista México-Puebla (con rumbo a CDMX), salir al Arco Norte y tomar la salida a la Carretera Federal 132. Luego irte por la carretera Tulancingo-Huauchinango y salir en el tramo con dirección a Pahuatlán, ahí encontrarás señalizaciones hacia Honey y el parque ecoturístico.