Soy la persona más suertuda que conozco: Bárbara Wetzel

Yo creo que la gente ve lo que hago y le gusta y cambia su actitud sobre nosotros y se sorprenden y se maravillan y eso es buenísimo.

María Bárbara Wetzel Aguilar o ‘Bibi’ como la conocen su familia y sus amigos no ha permitido que el síndrome de Down detenga sus objetivos y sus sueños.  

Desde su nacimiento, en diciembre de 2003, ha tenido que superar obstáculos y retos que la vida misma le ha puesto, pero eso no ha impedido que su mirada siga fija en su pasión por la gimnasia artistica.  

Bibi al momento de nacer fue diagnosticada con “hipotonía”, un trastorno que afecta el desarrollo de los músculos, pero una mala noticia supo transformarla en una historia de ejemplo y motivación. Supo canalizar lo negativo entre barras asimétricas, trampolines y barras de equilibrio.  

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La joven de 19 años de edad ha demostrado que tener Síndrome de Down no es un impedimento para tener éxito en la vida, ya que además de ponerle mucho corazón a lo que hace, es apasionada y disciplinada.  

Bibi no solo es campeona mundial de Gimnasia Artística en la categoría Junior, también en Premio Nacional de la Juventud.

Bibi es un ejemplo de vida, pues con todo y una afectación congénita, ha demostrado que enfocándonos en lo que nos apasiona y dedicándole horas de "trabajo duro", se puede ser la número 1.

¿Cómo te la rifas en la lucha por la inclusión? 

“Me la rifo en la gimnasia y en mis estudios. Yo creo que la gente ve lo que hago y le gusta y cambia su actitud sobre nosotros y se sorprenden y se maravillan y eso es buenísimo”. 

 

 

¿Cómo ha jugado el azar en tu vida?  

“Yo soy la más suertuda que conozco, porque tengo un papá, una mamá, mi abuelita Viri que está en Chihuahua y hasta mis vecinos que me aman. Además, mis profesores son buenos porque me enseñan y me apoyan para hacerlo bien”.  

 

 

¿Por qué apostar en la inclusión en la gimnasia? 

“Porque me gusta mucho la gimnasia. Porque me gusta bailar, divertirme, saltar”.  

 

 

¿Crees que has perdido algo para ganar en tu lucha por la inclusión? 

“No he perdido nada. Pero sí tengo que trabajar duro hasta lograrlo. A veces dejo de ir a las fiestas a comer cosas como pasteles, refrescos y papas. También voy a la alberca, pero eso no puede ser porque se aflojan los músculos y se hacen débiles para la gimnasia. Tengo una dieta balanceada especial para gimnastas”. 

 

 

¿Has sentido que has estado en la cuerda floja? 

“Sí, muchas veces. He sentido mareos en las competencias o en los entrenamientos como cuando tengo que hacer algo nuevo como acrobacias o algún elemento básico. Y siento que me voy a caer, pero no me da miedo”.  

 

 

¿Qué te ha motivado para seguir en la gimnasia? 

“Las porras y mi familia son las que me motivan a seguir adelante”. 

¿Qué te gustaría cambiar del mundo? 

“Que haya más igualdad, porque merecemos tener las mismas oportunidades, educación, premios, participar en equipos para que seamos iguales. Que haya más respeto y la gente sea más amable en este mundo tan lindo en el que vivimos”. 

 

 

Si pudieras cambiar algo de la sociedad ¿Qué te gustaría cambiar? 

“Yo pienso que todos tenemos derecho a lograr un alto rendimiento en lo que nos gusta hacer, como yo en la gimnasta. Fui invitada a entrenar en alto rendimiento y eso me pone muy feliz y eso me llevó a ser la campeona del mundo. Todos deberían tener derecho a desarrollarse, así como yo”. 

“Yo quiero que la gente nos valore y nos den las mismas oportunidades que los demás. Tener los mismos derechos y no ser considerados sin capacidad porque somos capaces”. 

 

 

¿Qué mensaje le darías a las personas? 

“Les diría que el miedo no existe, solamente existe en las cabezas y que se paren bien derechas, que no se enjoroben y trabajen duro, que ellos pueden y les diría que los amo, los quiero porque siempre he querido ser muy buena y además también porque si yo puedo, ustedes también pueden”. 

 

 

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