Mover alimento es una bomba de tiempo: José Miguel Rojas

Circo, maroma y teatro, eso es lo que tiene que hacer José Miguel Rojas Vertiz Bermúdez, Director General del Banco de Alimentos (BAMX) en Puebla, para llevar alimento a miles de familias en la entidad. Sin embargo, lo que para muchos sería un peso, para él, es la experiencia más satisfactoria y gratificante que puede realizar.

Para quien no sepa, el Banco de Alimentos es una fundación que se encarga de la recolección de alimentos, para repartirlo en las diferentes comunidades de Puebla, apoyados por voluntarios.

José Miguel, egresado de la carrera de Administración de la Ibero Puebla, estudió la maestría de administración de la UVM, así como la maestría en Ciencias Humanas en la Anáhuac, y ha estado a cargo de dicha asociación los últimos 10 años.

Sin embargo, el éxito del proyecto no es solo de él, mencionó que el trabajo arduo de todos los voluntarios y miembros del Banco de Alimentos es un trabajo de equipo.

Rojas Vertiz habló con El Popular, periodismo con causa, y nos contó todos los malabares que realizan para llevar el alimento a los poblanos más necesitados.

¿Cómo se la rifan en el Banco de Alimentos?

“Reconocemos que el desperdicio del alimento y por otro lado el hambre no descansan, es decir, tenemos un trabajo operativo logístico incansable. Todos los días, desde muy temprano; a las 6:30 la mañana y de lunes a domingo el banco alimentos está activo, porque es muy fácil pensar que qué día se descansaría y la respuesta está ¿cuándo descansa el hambre y el desperdicio? y no hay respuesta para eso. Entonces realmente hacemos un trabajo operativo gigantesco para evitar que el alimento se desperdicie”.

“El alimento es un proyecto de movilización inmediata. Mover alimento es una bomba de tiempo, y lo tenemos que mover con toda la dignidad, con todo en el cuidado de la calidad, y yo creo que así nos la rifamos operativamente todos los días para que al final de este esfuerzo llegue a la mesa de miles de personas que lo necesitan y que lo tienen que recibir también con una gran dignidad”.

¿El azar ha jugado a favor o en contra tuya?

“Sin duda, yo creo que hemos tenido momentos muy diversos. Hay momentos donde si hemos contado con muchísimo apoyo en los momentos más complicados de toda la sociedad, pero el azar cambia en contra cuando la gente se olvida de los problemas”.

“Nosotros por ejemplo vivimos muy de cerca cuando hay una situación, por ejemplo el sismo de  2017, cuando la pandemia del COVID llegó en sus momentos más críticos; pues creo que en esos momentos que, no digo que sea pero la gente se suma a ayudar”.

“Desafortunadamente cuando se olvida ese momento de crisis nuevamente el mexicano tiende a dejar de apoyar y ahí es cuando  entonces nosotros no le podemos decir a una persona, ‘ya no va haber alimento para ayudarte’, entonces bueno la verdad es que a veces tenemos momentos muy buenos y momentos bien complicados, pero en términos generales yo creo que ha jugado a favor de nosotros”.

¿Por qué apostar por el Banco de Alimentos?

“El Banco de Alimentos es una fundación no improvisada. Tenemos 26 años que participa un patronato con una gran calidad moral y con una gran trayectoria también en el sector social en Puebla”.

“Hoy Banco de Alimentos, cuenta con una trayectoria que valida que realmente es una fundación digna de ser apoyada y de ser un vínculo de confianza con quienes pueden ayudar y con quienes necesitan ser ayudados”.

“Hoy cuenta con certificaciones, con avales, con estandarización que realmente se completa con ser una fundación de puertas abiertas. Apostamos a que cualquier persona pueda ir al banco alimentos pueda ver cómo se trabaja y estoy seguro que la confianza va a ser algo que podamos demostrar en todo lo que estamos haciendo. Entonces, si hay que apostarle al Banco de Alimentos porque aparte otro punto muy importante es que combatimos un terrible problema que es el hambre".

¿Qué has perdido para poder lograr tus metas?

“En lo personal yo dejé de trabajar en un sector privado que, sin duda es atractivo, que, sin duda, aparentemente existe un gran desarrollo profesional, y en su momento tuve que renunciar a unas ofertas laborales hace muchos años cuando me invitaron a trabajar en el banco de alimentos”.

“Inclusive cuando tomé esta decisión en el mismo momento tenía una oferta de trabajo con una empresa internacional. Realmente creo que ahí, el costo de oportunidad fue no ir a esta empresa internacional y aportar mi proyecto profesional para un proyecto social”.

“Creo que en algún momento pudiera parecer una pérdida, sin duda hoy pienso que es una gran decisión a veces las cosas pasan por algo yo creo que sin duda fue la mejor decisión porque profesionalmente ha sido un reto extraordinario y personalmente ha sido una satisfacción gigantesca”.

¿Cuándo te has sentido en la cuerda floja?

“Muchas veces nos sentimos en la cuerda floja cuando primero, cuando vemos tal grado de necesidad porque ver la pobreza de cerca es muy difícil”.

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“Cuando nos damos cuenta de ese gran reto que tenemos y quisiéramos ayudar a todos haciendo todo por ellos, muchas veces entramos en desesperación sobretodo cuando tocamos las puertas de muchas personas y nos niegan su ayuda; creo que cuando banco de alimentos hace todo para llegar a tocar la puerta de un aliado, de un donante y muchas veces algunos no te reciben o no quieren saber de ti, en ese momento titubeas y en ese momento pues hay muchos sentimientos encontrados sobre todo porque tú tienes una clara visión de qué hay mucha necesidad por fuera y que alguien a veces te cierra la puerta prácticamente en tu cara”.

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“Creo que ahí es un momento más complicado, es el momento que tenemos que tener inteligencia emocional y seguir buscando a quienes más nos pueden ayudar”.

¿Cómo sería el mundo ideal en cuanto a la lucha contra el hambre?

“Para mí, el mundo ideal, primero sería que todos tuviéramos la conciencia de lo afortunado de tener alimento nuestra mesa y que esa fortuna de saber que hoy tenemos alimento lo traduzcamos en que compartamos esa parte del bienestar con todos los seres humanos”.

“A mí me encantaría que ningún padre de familia, que ningún niño, que ninguna mamá, despertara un día y tuviera la incertidumbre si va a tener alimento;  eso es muy difícil y a mí me encantaría que el mundo ideal todo el mundo pudiera aspirar un vaso de leche, a un alimento nutritivo, sano, variado para que entonces el desarrollo de cualquier niño, de cualquier ser humano, de cualquier madre gestante, pueda ser pleno que el hambre no existiera y que el hambre no cobrara ninguna vida en este mundo. Ese sería mi mundo ideal”.

¿Qué cambiarías en la sociedad para poder ganar la lucha contra el hambre?

“Yo cambiaría en la sociedad, primero que definiéramos que el proyecto del combate al hambre es un reto de todos, porque todo mundo se avientan la pelotita; unos piensan que es el gobierno, otros piensan que son las empresas de alimentos, otras piensan que son las fundaciones sin fines de lucro, y el combate al hambre es un proyecto que tenemos que entrarle todos con todo el esfuerzo del mundo”.

“Cambiaría que, no hubiera una persona insensible y que realmente pudiéramos tener una sociedad muy comprometida y unida; el hombre es uno de los objetivos por supuesto que nosotros como Banco de Alimentos combatimos, pero creo que si eso lo lleváramos a todas las necesidades realmente eso nos rehumanizaría muchísimo en un momento que tanto lo estamos necesitando”.