Organizadores de Juegos Olímpicos se disculpan por “parodia” a ‘La última cena’

La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en París 2024, causo grandes controversia tras la interpretación de la ultima cena

Interpretación de la última cena ceremonia inaugural París 2024
Freddy Angón Interpretación de la última cena ceremonia inaugural París 2024

Luego de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, donde supuestamente se parodiaba el famoso cuadro de Leonardo Da Vinci "La última cena", los organizadores de París 2024 salieron a ofrecer disculpas a los católicos y otros grupos cristianos, asegurando que la intención jamás fue ofender.

A través de una rueda de prensa, Anne Descamps, portavoz de la organización de las Olimpiadas de París 2024, aseguró que la idea del escenario y vestuarios que se utilizaron en la inauguración del evento deportivo nunca tuvo intenciones de ofender a nadie.

"Está claro que nunca hubo intención de faltar al respeto a ningún grupo religioso. (La ceremonia de apertura) intentó celebrar la tolerancia comunitaria."

"Creemos que esta ambición se logró. Si la gente se ha sentido ofendida, lo sentimos mucho."

La escena que puso al mundo en alerta se asemejaba a la pintura de Leonardo da Vinci “La última cena” mostrando a Jesucristo y sus apóstoles compartiendo una última cena antes de la crucifixión, pero protagonizada por drag queens, una modelo transexual y un cantante desnudo disfrazado del dios griego del vino Dionisio.

Iglesia católica francesa estalla contra la ceremonia de inauguración

De inmediato, la Iglesia Católica y miles de creyentes criticaron duramente estas secuencias de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París. Aunque también fue bien recibida entre la izquierda y los miembros del Gobierno de Emmanuel Macron.

El pasado sábado 27 de julio, la Conferencia Episcopal francesa compartió un comunicado en el que indicó que esa ceremonia ofreció "al mundo entero maravillosos momentos de belleza, de alegría, ricos en emociones y universalmente saludados", pero también lamentó "profundamente" que incluyera "escenas de burla y mofa del cristianismo".

Al respecto, Thomas Jolly, director artístico y artífice de la extravagante ceremonia inaugural, afirmó que su intención nunca fue la subversión religiosa.

"Queríamos hablar de diversidad. Diversidad significa estar juntos. Queríamos incluir a todo el mundo, así de sencillo", declaró a la prensa el sábado 27 de julio.

Aunque es cierto que Francia posee una poderosa herencia católica, también tiene una larga tradición de laicismo y anticlericalismo, dejando claro que la blasfemia no solo es legal, sino que es un pilar esencial de la libertad de expresión