Depresión y ansiedad, entre los trastornos más comunes de los universitarios
La depresión, la ansiedad y el estrés son los tres trastornos mentales más prevalentes entre los estudiantes universitarios que buscan ayuda psicológica.
Durante la etapa universitaria, los estudiantes experimentan una variedad de situaciones que contribuyen a su crecimiento académico, profesional y personal. No obstante, la intensidad y el volumen de las demandas en esta fase pueden ser abrumadores para jóvenes cuyos cerebros aún están en desarrollo. Esto puede dar lugar a problemas mentales que complican su bienestar actual y pueden tener repercusiones en el futuro. Estos trastornos a menudo surgen debido a la presión académica, las exigencias sociales y los cambios significativos en la vida que acompañan a esta etapa. La psicoterapeuta clínica Vanessa Macías Gurrola menciona que, debido a que actualmente se vive en una sociedad competitiva, los jóvenes presentan una mayor autoexigencia, lo que genera más presión, provocando fatiga, sentimientos de insuficiencia, dificultad para concentrarse y ansiedad, dejando poco tiempo para el descanso. Los tres problemas psicológicos más frecuentes que presentan los estudiantes universitarios son la depresión, la ansiedad y el estrés, razones principales por las que los jóvenes ingresan a consulta, aunque estos pueden surgir en cualquier etapa de la vida. La depresión: Puede manifestarse como una profunda tristeza persistente y pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas. Un comportamiento notable es el aislamiento, lo que conduce gradualmente al desgaste mental. La ansiedad: Este trastorno contrasta con la depresión, pues a menudo se presenta como preocupaciones excesivas y miedo constante. Puede manifestarse con taquicardias, respiración agitada, sudoración y cansancio. Durante la pandemia, hubo un incremento de la ansiedad social, que provoca que las personas tengan miedo a exponerse, hablar en público y, sobre todo, relacionarse con los demás. El estrés: Aunque es un estado natural del cuerpo, el estrés puede resultar en una sobrecarga emocional y dificultades para manejar las demandas diarias. Los síntomas más frecuentes incluyen irritabilidad, trastornos del sueño, complicaciones digestivas y una mayor propensión a enfermarse, ya que las defensas del cuerpo se debilitan. Para mitigar estos trastornos, se sugiere, en primera instancia, acudir con un profesional de la salud mental, ya que ellos pueden ayudar a evitar la normalización de estos síntomas y a comprender lo que ocurre tanto interna como externamente. En caso de no tener acceso o no poder acudir con un experto, es importante establecer prioridades, como organizar una agenda, buscar apoyo en familiares o amigos, realizar actividades relajantes, cuidar la alimentación, entre otras. Es crucial reconocer y abordar estos problemas para el bienestar y el éxito académico de los jóvenes universitarios. |