Hoy inicia el cónclave en el Vaticano; arranca la elección del nuevo Papa

Con una procesión y una misa celebrada en la Basílica de San Pedro, este miércoles, pasadas las 4:00 de la tarde, dio inicio el cónclave en el que 133 cardenales decidirán quién será el próximo Papa de la Iglesia católica, luego del fallecimiento de Francisco el pasado 21 de abril.

El repique de las campanas marcó el inicio de esta elección. Los cardenales electores, todos menores de 80 años, se reunieron desde muy temprano para participar en la misa Pro eligendo Pontifice, presidida por el cardenal decano Giovanni Battista Re, quien pidió al Espíritu Santo sabiduría y discernimiento para guiar la elección del nuevo Pontífice.

Después de la ceremonia, los cardenales se trasladaron en procesión desde la Capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina, donde quedaron completamente aislados del mundo exterior para iniciar las votaciones bajo estricto secreto.

En el interior del recinto se observaron varios mesones adornados con telas marrones y rojas, sobre las cuales se colocaron las papeletas con los nombres de las personas electoras.

Cabe destacar que los nombres de los posibles sucesores ya circulan entre analistas y fieles, entre los que destacan Pietro Parolin, Matteo Zuppi y Luis Antonio Tagle.

Para este día solo se espera una votación preliminar, que probablemente derive en la tradicional fumata negra. Se prevé que la decisión final no se extienda más allá del fin de semana, como ha ocurrido en cónclaves anteriores.

A pesar de que hoy comenzó el cónclave, las tensiones no se han hecho esperar. Horas antes del inicio del encierro, la organización SNAP, que apoya a víctimas de abusos clericales, acusó a los cardenales “papables” Péter Erdö, de Hungría, y Mario Grech, de Malta, de encubrimiento de abusos.

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Antes del cierre de las puertas, el cardenal Pietro Parolin llevó a cabo el juramento previo a la votación:

“Cada uno de los electores en esta elección prometemos y nos obligamos a observar fielmente todas las prescripciones contenidas en la Constitución Apostólica”.

Una vez terminado el juramento, se declara extra omnes, que significa “fuera todos”, es decir, que quienes no participan en la votación deben abandonar la Capilla Sixtina. Con el cierre de puertas, da inicio la primera votación para elegir al nuevo líder de la Iglesia católica.