Los hospitales afectados son el General de Huauchinango, General de Tehuacán, Regional de Teziutlán y el General del Sur, en la capital del estado
El servicio de hemodiálisis fue restablecido este miércoles en varios hospitales públicos de Puebla, luego de haber sido suspendido por un día, situación que generó preocupación entre personas con enfermedad renal y sus familias, quienes incluso se manifestaron en las calles para exigir una solución inmediata. Los hospitales afectados son el General de Huauchinango, General de Tehuacán, Regional de Teziutlán y el General del Sur, en la capital del estado. Todos ellos enfrentan una transición administrativa hacia el modelo IMSS-Bienestar, lo que ha derivado en cambios logísticos que, al menos por ahora, han tenido consecuencias graves para las personas con enfermedad renal crónica. De acuerdo con autoridades estatales, la suspensión fue provocada por la empresa subrogada, que decidió retirar su equipo tras concluir su contrato sin previo aviso. Esto dejó sin atención médica a más de 200 pacientes que dependen del tratamiento para mantenerse con vida, ya que requieren sesiones de hemodiálisis al menos tres veces por semana. Ante la presión social, el Gobierno de Puebla informó que, en coordinación con la Secretaría de Salud y el IMSS-Bienestar, se logró reactivar el servicio. Las autoridades entablaron un diálogo con la empresa involucrada para atender de inmediato los casos más urgentes, mientras que el resto de las personas usuarias serán programadas en los siguientes días. Además, se instalaron mesas de trabajo con delegaciones regionales y directivos del sistema de salud federal para mantener la atención y dar seguimiento a las personas afectadas, luego de que las familias expresaran su preocupación por la falta de claridad en la continuidad del servicio. El gobierno estatal confirmó que no todos los hospitales se vieron afectados. Por ejemplo, el Hospital para la Niñez Poblana mantuvo sus servicios sin alteraciones. Más de 200 pacientes se quedaron sin hemodiálisisEn Huauchinango, el servicio cesó sin previo aviso. La empresa retiró su equipo y dejó, al menos, a 40 personas sin atención. Ante esta situación, familiares de las y los enfermos acudieron a la presidencia municipal para solicitar apoyo. En Tehuacán, la escena se repitió con mayor escala: 56 personas llegaron al hospital la mañana del martes solo para encontrar las puertas cerradas a su tratamiento. La notificación oficial de la suspensión llegó apenas unas horas antes, la noche del lunes. Cabe destacar que este hospital arrastra otras deficiencias operativas, como fallas en el suministro de agua y electricidad, lo que agrava aún más la situación. Teziutlán también se sumó a la crisis. Ahí, al menos 70 personas resultaron afectadas por la retirada del equipo de hemodiálisis. De acuerdo con el director del hospital, el cambio de administración federal fue lo que provocó la cancelación de los contratos.
Te puede interesar: Seis colonias de Puebla, las más afectadas por lluvias e inundaciones En la capital poblana, la indignación llegó a las calles. Familiares de 120 personas usuarias del Hospital General del Sur bloquearon por más de una hora el Periférico Ecológico, a la altura de Agua Santa. El cierre vial fue una medida de presión para exigir la reanudación inmediata del servicio. La protesta ocurrió justo un día después de una visita del gobernador Alejandro Armenta a ese mismo hospital. Las personas afectadas denunciaron que no fueron notificadas con tiempo ni se les ofreció una alternativa real. Muchas de ellas no pueden costear un tratamiento en hospitales privados, donde una sola sesión de hemodiálisis puede costar entre mil 800 y 3 mil pesos.
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