Hace ocho meses, la rectora Lilia Cedillo Ramírez vivió uno de sus momentos más críticos al frente de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). No te puedes perder: “A las mujeres se nos exige más y se nos perdona menos”: Lilia Cedillo En una protesta estudiantil que parecía auténtica, se filtraron grupos de choque cuyo objetivo era desestabilizar a la universidad e impedir que la rectora se reeligiera. Mucho se especuló de lo que pasaría con la Máxima Casa de Estudios de Puebla, de los grupos que estaban detrás, pero pocos voltearon a ver a la rectora para conocer su sentir. “¿Sintió miedo en algún momento? ¿Pensó que no iba a lograr la reelección?”, le pregunta la reportera. La rectora se sincera y, sin dudar ni un segundo, contesta: “No, nunca (tuve miedo). Soy muy perseverante. Le voy a confesar que en los momentos más álgidos de, por ejemplo, el paro estudiantil o del proceso electoral, algo que siempre les dije a la gente muy cercana a mí es nunca voy a dejar a la deriva a la institución”.
Después, explica que, si algo tiene claro, después de cuatro años al frente, es lo que quiere para la universidad, pero también lo que no: que la BUAP quede en manos de alguien que la vea como un botín económico y político. “En el momento que la entregue, ya sea cuando termine mi periodo de 4 años o cuando termine el de 8 años, voy a entregar una institución estable, firme, a alguien que no la vea como un botín económico ni político”. A sus enemigos les dedica tan sólo unos segundos de la entrevista para decirles que caerán por su propio peso: “Esos solitos se descartan… esos que se comportaron o se comportan así, del cielo les cae la roca, yo no necesito ponerles ninguna roca”. Te puede interesar: ¿Quién pretende reventar la elección de la rectoría en la BUAP? Curtida por las guerras que ha enfrentado, Lilia Cedillo dice no temerle a nada, pues como científica está acostumbrada a enfrentar “lo invisible y peligroso”, como los microorganismos malos que analiza en el laboratorio.
Explica con la claridad y la contundencia de una profesora que lleva toda la vida dando clases. ¿Si tuvieran que reprocharle algo los estudiantes qué le reprocharían? La rectora se detiene unos segundos a pensar y luego sin más rodeos contesta:
La académica explica que estuvo con buena parte de las y los estudiantes inconformes:
Sin ahondar más, deja claro que no es una mujer anclada en el pasado. Prefiere voltear la página y enfocarse en el futuro, un futuro que comenzó el 4 de octubre pasado y que se extiende hasta octubre de 2029.
¿Qué motivó a la rectora Lilia Cedillo a buscar la reelección? Justo hace un año, en el mismo edificio de Rectoría, en otra entrevista en el marco de su tercer informe de labores, Lilia Cedillo no tenía clara la reelección; evitaba el tema y cuando se le preguntaba directo sobre si repetiría un segundo periodo al frente de la BUAP, decía que estaba tan enfocada en trabajar que ni tiempo tenía para pensar en ello. Pero, hoy, al inicio de su segundo mandato que la mantendrá al frente hasta el 2029, Cedillo asegura que fue el apoyo de la comunidad estudiantil y la necesidad de darle continuidad a sus proyectos lo que la motivaron a buscar la reelección. ¿Qué la hizo cambiar de opinión?
Entre sus prioridades para esta segunda vuelta están terminar y consolidar el nuevo edificio de CU2, dejar una institución sólida y fuerte en lo económico y en lo político, así como formar estudiantes que sean mejores seres humanos, “solidarios, comprometidos, tolerantes e incluyentes”. “Uno de mis principales retos es cumplir esto a cabalidad en el segundo periodo y eso implica también un compromiso muy fuerte con todas las unidades académicas, con la investigación, con la docencia, con los complejos regionales porque son fundamentales para la vida de nuestro estado”, aseguró. Una entrevista que empezó dos horas y media tarde…Como nunca antes había pasado en cuatro años al frente de la BUAP, Lilia Cedillo llega 2 horas y media tarde a la entrevista. Durante el tiempo de espera, directores, la Abogada General y sus operadores más cercanos entraban y salían de su oficina. Son tiempos álgidos en la universidad y la Rectora la sabe, no hay tiempo que perder, así que recibe y atiende sus juntas con la debida celeridad que demanda el momento. En este su segundo round al frente de la universidad, Lilia Cedillo se siente más segura; en el primero, dice, ya conoció “cómo estaba la cosa” y, en el segundo, está lista para salir “con todo”.
Luego de una extenuante jornada de trabajo, la cual incluía un puñado de juntas, dar sus clases de microbiología y grabar una felicitación por el aniversario de la biblioteca José María La Fragua, Lilia Cedillo llega sonriente, fresca y en plena calma a la entrevista. Más información: ¡Todo esto era monte! Así era CU1 en los 60s Después de disculparse por la demora, comienza diciendo que su primer período al frente de la BUAP lo cerró con grandes logros; los más importantes, asegura, son: haber modificado la ley y armonizarla con la Ley General de Educación Superior, incrementar la matrícula y generar ahorros a través de licitaciones de compras consolidadas, lo que le permitió invertir en seguros para el alumnado.
En su primera etapa, por su perfil científico y académico, Lilia Cedillo se encargó de “despolitizar” a la universidad o, al menos, lo intentó. Pero, en esta su segunda etapa, luego de sobrevivir a la guerra sucia, ahora lo que busca es “blindar” a la BUAP.
Al final, el tiempo de espera valió la pena: la entrevista que duraría 20 minutos, se extendió a 45. Pese a que ya eran casi las ocho de la noche, la rectora jamás perdió la compostura ni la paciencia. A diferencia de las y los políticos, Lilia Cedillo contestó todas las preguntas, incluso las más incómodas; se mostró franca y con capacidad para conectar con la gente de manera genuina. |