Lilia Cedillo Ramírez hizo historia al convertirse en la primera rectora mujer de la BUAP y en la primera mujer en reelegirse. Sin embargo, su logro evidenció un desafío mayor: la igualdad genuina sólo se logrará cuando una mujer que llegue a un cargo de poder deje de ser noticia y se juzgue con el mismo rasero que a los hombres. No te pierdas: “La BUAP no será botín político ni económico de nadie”: Lilia Cedillo En entrevista para El Popular, periodismo con causa, la rectora que está arrancando su segundo periodo de cuatro años al frente de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), acepta que ser rectora mujer no ha sido fácil. ¿Le han exigido más por ser mujer que a sus antecesores hombres?, la primera pregunta fue directa, pero ella con una mezcla de cautela y sinceridad, responde:
Con sus manos quietas sobre las piernas, Lilia Cedillo explica su respuesta: “Primero nos tenemos que demostrar a nosotras mismas que sí podemos ante cualquier adversidad… El segundo paso es que todo mundo nos tiene más en la lupa, con mucho cuidadito están observando qué hacemos, cómo respondemos y cuando las personas tienen dudas lo primero que dicen es “¿quién está detrás de ella?”, como si nosotras no tuviéramos la capacidad de ser nosotras mismas y de actuar por convicción”. También puedes leer: Lilia Cedillo vs. la sombra del patriarcado Vestida con una blusa de manga larga lisa y un pantalón de vestir gris, la rectora de 66 años de edad habla desde su experiencia y cuenta que a las mujeres los errores no se les perdonan tan fácilmente como a los hombres.
Científica, maratonista y madre, Lilia Cedillo considera que, a nivel profesional, su mayor reto ha sido precisamente asumir el cargo de rectora.
Una mujer que toma decisiones como mamá, maestra y rectoraComo contexto hace ocho meses, alguien no quería que la doctora siguiera al frente de la BUAP, en una protesta estudiantil que parecía auténtica, se filtraron grupos de choque cuyo objetivo era desestabilizar a la universidad e impedir que la rectora se reeligiera. Se generó el escenario perfecto para que el imaginario colectivo se perpetura la idea que un hombre siempre es mejor al frente, pero pese a sufir los embates del pacto patriarcal, Lilia Cedillo asegura no ser feminista, “en el sentido estricto”, pero sí una mujer sorora.
Te recomendamos: Abismo de cristal: la trampa sexista para desacreditar a una mujer ¿Cómo afronta Lilia Cedillo las críticas contra su persona?De voz dulce, pero con carácter, Lilia Cedillo cuenta que el tener problemas de salud en su infancia la volvieron más fuerte y resilente.
Dice sin temor a verse expuesta al momento de contar su historia.
Lo que la ha ayudado a salir adelante, explica, es su carácter y perfil científico que la hace centrarse en la objetividad:
La académica, que lleva prácticamente todo el día en juntas con su equipo más cercano y ahora está sentada en una entrevista que excedió los 20 minutos previstos, platica con toda la calma del mundo que ve a la comunidad BUAP como una gran familia universitaria y, por ello, las decisiones que toma, siempre son pensadas en hacer el bien.
Con un dije de una cruz que pende sobre su cuello, Lilia Cedillo también se define como una mujer de fe que se levanta todos los días pidiendo por lo que ella llama “su gran familia universitaria”.
Son cerca de las 8 de la noche, la maestra se disculpa y sale corriendo porque tiene que llegar a impartir su clase de Microbiología; sin embargo, su equipo de Comunicación comandado por otra mujer la regresa, antes tiene que grabar un spot para felicitar a la Biblioteca José María La Fragua por su aniversario. La rectora improvisa, da su mensaje en menos de un minuto ante las cámaras, no titubea ni se equivoca. De nuevo se despide, se vuelve a disculpar y desaparece entre un grupo de mujeres que la escoltan para llegar lo más posible para cumplir su último pendiente laboral del día: dar clases ante la comunidad universitaria, esa que asegura la mantiene en pie de lucha hasta 2029 que termine su gestión al frente de la BUAP. |