Disfrazarse de monstruos, brujas o personajes de moda y salir a pedir calaverita es una de las costumbres más esperadas por las niñas y los niños en estas fechas. Ya sea con una calabaza de plástico o una simple bolsita, recorren las calles en busca de dulces, fruta o algunas monedas, esta última opción, cada vez es menos frecuente. Cada año, las festividades de Halloween y el Día de Muertos se mezclan con más fuerza. En Estados Unidos, los niños salen el 31 de octubre con el clásico “dulce o truco”, mientras que en México la tradición dicta hacerlo el 1 y 2 de noviembre, días dedicados a los fieles difuntos. Pero este 2025, muchos pequeños aprovecharán el fin de semana completo para pedir dulces desde este viernes 31 hasta el domingo 2. Eso sí, más allá de los sustos y los disfraces, las autoridades recomiendan tomar precauciones: salir acompañados por un adulto, caminar por calles conocidas e iluminadas y evitar zonas solas o con tráfico. También sugieren revisar los dulces antes de comerlos y no aceptar productos abiertos o sin envoltura.
Los disfraces cómodos y seguros son lo recomendable para disfrutar esta tradición; nada que tape la vista, cause tropiezos o incomodidades. Los elementos reflectantes y una linterna ayudan a mantenerse visibles y seguros durante el recorrido. Te puede interesar: ¿Cuándo llegan las almas? Aquí te decimos cuándo debes poner tu altar Pero más allá de lo moderno, la calaverita mexicana tiene una historia muy antigua. Según el antropólogo Erik Mendoza, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), esta tradición se remonta al siglo XVIII, cuando los niños de escasos recursos pedían a las familias ricas las sobras de sus ofrendas para armar las propias. A esas limosnas simbólicas se les empezó a llamar “calaveritas”. En la época colonial, los pequeños salían con calaveras hechas de chilacayote o calabaza, iluminadas con velas dentro. Ya en el siglo XX, esas piezas fueron reemplazadas por cajas de cartón y, más tarde, por las calabazas de plástico que hoy llenan las tiendas y las calles cada fin de octubre. En la actualidad, con disfraces más elaborados y personajes de moda, pedir calaverita no pasa de moda y se conserva como una de las fechas más divertidas y esperadas por las niñas y los niños que, aprovechan para sacarle un susto o una sonrisa a los transeúntes en estas celebraciones. |