Sábado 13 Diciembre 2025

Tras el hallazgo de un conjunto de icnitas de dinosaurios en distintas localidades del sur de Puebla a principios de diciembre, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) aclaró que, por el momento, no se llevarán a cabo investigaciones especializadas en la zona.

De acuerdo con el área de Paleontología del Centro INAH Puebla, las huellas corresponden a dinosaurios herbívoros, carnívoros y voladores, pero se localizan en laderas de barrancas de difícil acceso, lo que impide garantizar condiciones mínimas de seguridad para su estudio y preservación formal.

Ante esta situación, el INAH optó por no intervenir directamente y únicamente sugirió a los habitantes de las comunidades realizar un registro básico mediante fotografías, ya que la conservación de este tipo de evidencias implicaría una inversión elevada en un entorno donde la erosión natural provocará su desaparición en un corto plazo.

Las huellas fósiles fueron localizadas en Santa Ana Teloxtoc, en el municipio de Tehuacán, así como en Santa Catarina Tehuixtla y San Lucas Teteletitlán, en Atexcal. Los registros corresponden aproximadamente a hace 120 millones de años, dentro del periodo conocido como el Cretácico Inferior, lo que se determinó a partir de estudios estratigráficos previos realizados en San Juan Raya, zona cercana reconocida por su riqueza paleontológica.

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En cada sitio se identificaron entre cinco y 20 huellas, distribuidas a lo largo de tramos de entre 200 y 800 metros, aunque no existe un conteo exacto debido a que la inspección de campo se limitó a una visita de un solo día. Durante el recorrido también se detectó una biofase de ostras asociada a los estratos donde aparecen las icnitas, similares a las registradas en Atexcal en 2003.

Especialistas señalaron que gran parte de las evidencias se encuentra sobre paredes verticales, por lo que varias huellas ya se han perdido a causa de la erosión, mientras que otras continúan emergiendo conforme avanzan los procesos naturales.

Aunque un nuevo estudio permitiría actualizar el número de registros y profundizar en el conocimiento de los dinosaurios que habitaron el centro de México, la falta de recursos económicos mantiene detenido cualquier proyecto de investigación a mayor escala.