Sábado 13 Diciembre 2025

Organizaciones civiles y de derechos humanos denunciaron la muerte de Odelia Coello Márquez, mujer indígena náhuatl originaria de Cuitzala, Coyomeapan, Puebla, quien falleció el 3 de marzo de 2025 en el Hospital de la Mujer y Neonatología de Tehuacán, tras una serie de omisiones médicas que calificaron como violencia obstétrica.

De acuerdo con el pronunciamiento, Odelia tenía 34 semanas de embarazo cuando el 2 de marzo acudió junto con su esposo, Gerónimo, al Hospital Comunitario de Zoquitlán para la realización de un ultrasonido. Aunque la cita estaba programada para las 9:00 horas, fueron atendidos hasta las 11:00. Posteriormente, personal médico les indicó trasladarse de manera urgente a Tehuacán, sin que el hospital comunitario pudiera proporcionar una ambulancia.

Ante la falta de transporte institucional, la pareja se trasladó por medios propios y transporte público, utilizando distintas rutas y unidades, hasta arribar aproximadamente a las 16:00 horas al hospital de Tehuacán. Odelia fue atendida por un médico alrededor de las 16:20 horas; sin embargo, su esposo señaló que posteriormente se le negó información y contacto sobre el estado de salud de su esposa y del bebé.

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El 3 de marzo a las 7:00 horas, Gerónimo fue notificado del fallecimiento de Odelia, ocurrido después de que se le practicara una cesárea sin consentimiento previo e informado, pese a que la pareja había sido informada de que el parto debía ser natural. También se le comunicó que el recién nacido se encontraba grave y sería trasladado al Hospital del Niño Poblano.

Las organizaciones firmantes señalaron que los hechos reflejan deficiencias estructurales en el sistema de salud, como la falta de infraestructura, personal, insumos y transporte de emergencia, así como posibles responsabilidades institucionales, de acuerdo con criterios previamente señalados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Por ello, exigieron que la CNDH atraiga el caso, al considerar que se trata de una forma específica de violencia que afecta a mujeres indígenas, y advirtieron que la muerte de Odelia no es un hecho aislado, sino parte de un patrón que se repite en regiones con alta marginación.

El pronunciamiento fue suscrito por diversas organizaciones sociales, indígenas y de derechos humanos de distintos estados del país.