Martes 16 Diciembre 2025

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció el resguardo de restos fósiles de megafauna del Pleistoceno tardío localizados en la comunidad de San Sebastián Villanueva, municipio de Acatzingo, en Puebla, los cuales corresponden a un gliptodonte, un cánido, un caballo y un perezoso terrestre, de acuerdo con la identificación preliminar realizada por especialistas.

El material fue recuperado de una carretera de terracería conocida como Paso La Mora y trasladado a la Sección de Paleontología del Centro INAH Puebla, donde será sometido a procesos de limpieza, estabilización y conservación, indispensables para su posterior estudio científico, programado a partir de 2026.

El responsable del rescate, Iván Alarcón Durán, explicó que la estabilización es clave, ya que los fósiles comienzan a deteriorarse una vez expuestos. Este proceso permitirá su adecuado manejo para análisis morfológicos, mediciones y registro fotográfico.

Entre los hallazgos destaca el gliptodonte, del cual se recuperaron fragmentos de caparazón y varios osteodermos, identificados por el patrón en forma de roseta característico de esta especie. Estos animales, similares a los armadillos actuales pero de mayor tamaño, podían medir hasta dos metros y medio y pesar cerca de una tonelada.

El especialista señaló que este ejemplar guarda relación con el Glyptrotherium cylindricum hallado en 2017 en Santiago Tenango, considerado hasta ahora el más grande y completo encontrado en Puebla.

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También se identificó un fragmento de maxilar con molares perteneciente a un Aenocyon dirus, conocido como lobo terrible, cuyo hallazgo es poco común debido a la baja frecuencia de restos de carnívoros. En el caso del caballo, un molar sugiere que podría tratarse de la especie Equus mexicanus, mientras que el perezoso terrestre fue identificado a partir de un elemento óseo de gran tamaño.

El rescate se llevó a cabo del 21 al 24 de octubre de 2025, tras una denuncia ciudadana y con apoyo de autoridades locales y la comunidad, que ha manifestado su interés en que los restos regresen a la localidad mediante un museo de sitio, siguiendo el modelo de Santiago Tenango.

El INAH recordó que estos procesos requieren meses de trabajo especializado, pero permiten que los restos fósiles se conserven durante décadas y formen parte del patrimonio científico y cultural de la región.