El Conservatorio de Música, origen y símbolo del arte en Puebla

Todo poblano que se respete debe haber caminado más de una vez donde convergen las calles del Paseo Bravo y la Avenida Juárez y admirado las construcciones que lucen a su alrededor, especialmente una que está ubicada en la esquina de la 13 Sur y 7 Poniente, ahí donde ésta se vuelve Avenida Juárez hasta enroscarse en el Cerro de San Juan.

En esta ocasión te contaremos todo lo que debes saber sobre el Benemérito Conservatorio de Música y Declamación de Puebla.

Esta escuela especializada en enseñar música y artes escénicas a los jóvenes surgió en 1916 y comenzó sus actividades un año después. Este elegante edificio reúne varios estilos arquitectónicos que fueron populares en la época de su erección, conjugando en diversos grados el art nouveau con pinceladas herrerianas y moriscas, entre otras influencias.

Esta bella casona vio la luz a finales del siglo XIX y fue propiedad de una familia de abolengo, la del cirujano Miguel Salas, quien al morir la heredó a su esposa, la señora Pilar Cruzado.

Lee también: Visita el Puente de Bubas y conoce su historia virreinal

El Conservatorio ya como tal fue iniciativa del compositor Carlos Samaniego y de Juan B. Cervantes, siendo Samaniego el director de la institución. Su principal objetivo era impartir clases de música a mujeres y hombres con deseos de aprender esta disciplina y así poder emplearse en escuelas y recintos religiosos, o simplemente por el gusto de querer adentrarse en esas artes.

Se dice que antes de que sus funciones como escuela se dieran en su actual sede, el Conservatorio estuvo instalado en diferentes recintos de la Angelópolis tales como el Antiguo Arzobispado, el edificio de Correos, el Colegio de Infantes, el Hospicio de la Avenida Reforma, la planta alta del Teatro Principal y una casa ubicada frente al Edificio del Congreso.

Al paso del tiempo los poblanos ya reconocían las labores que se realizaban en ese instituto, por lo cual el 10 de enero de 1941 el Gobierno del Estado lo reconoció como institución educativa y aprobó un plan de estudios, con lo que se convirtió en el Conservatorio de Música y Declamación del Estado, con categoría de escuela profesional.

Actualmente ofrece cursos en más de 30 salones, los cuales fueron modificados especialmente para alojar a numerosos alumnos dispuestos a recibir clases y convivir con sus docentes todos los días.

Entre las clases de instrumentos que se imparten destacan las siguientes:

-Alientos de madera: flauta, oboe, clarinete, fagot y saxofón.

-Alientos de metal: trompeta, corno, trombón y tuba.

-Cuerdas: violín, viola, violoncello y contrabajo.

-Otros cursos: canto, piano, guitarra clásica y percusiones.