23 Noviembre 2025

En Puebla, cada vez es más difícil llenar la despensa. A pesar de los aumentos al salario mínimo, el costo de los alimentos sigue subiendo y ya rebasa por mucho lo que gana una persona trabajadora. Un estudio de académicos de la UPAEP muestra que una familia promedio necesita más de 9 mil pesos al mes solo para comer, cifra que supera lo que reciben quienes viven con un salario mínimo.

Una familia necesita más de 9 mil pesos solo para comida

Los especialistas explican que, durante octubre, la canasta básica alimentaria en zonas urbanas de Puebla tuvo un costo de 2 mil 293.50 pesos por persona. Eso significa que una familia de cuatro integrantes necesita más de 9 mil 170 pesos al mes para comprar lo indispensable.

Mientras tanto, el salario mínimo mensual ronda los 8 mil 600 pesos, de acuerdo con la Comisión Nacional de Salarios. Es decir, ni siquiera alcanza para cubrir la comida, sin contar otros gastos como transporte, servicios, renta o escuela.

La profesora Viviana Zárate, de la Facultad de Economía, comentó que esta diferencia entre ingresos y gasto alimentario deja a muchas familias en una situación complicada.
“A la mayoría no le alcanza ni para lo básico, y muchas personas solo ganan el salario mínimo”, señaló.

Además, el costo de la canasta alimentaria en Puebla subió 3.72% respecto al año pasado, lo que agrava todavía más el panorama.

¿Por qué sube tanto la comida? Estos son los cuatro motivos principales

El profesor Óscar Salomón explicó que los precios de los alimentos aumentan por varias razones que se combinan:

  1. Conflictos internacionales, como la guerra entre Rusia y Ucrania, que afectan la producción mundial de trigo y otros granos.

  2. Fenómenos meteorológicos, que dañan cultivos y elevan los costos.

  3. Problemas sanitarios, como enfermedades en el ganado.

  4. Inseguridad y extorsiones, que encarecen el transporte y la distribución de productos.

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Todo esto afecta tanto a granos y carnes como a frutas y verduras, por lo que la gente ha comenzado a reemplazar alimentos de la canasta básica por opciones más baratas, aunque no siempre son saludables.

El director del Centro de Investigación e Inteligencia Económica, Alfonso Mendoza, explicó que este estudio utiliza la misma metodología que antes aplicaba el Coneval, lo que permite tener un panorama más claro sobre cómo vive realmente la población.