La entidad poblana es uno de los cinco estados con las peores condiciones laborales para las mujeres, así lo indicó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en su estudio #ConLupaDeGénero en su edición 2023.

Según el informe, Guanajuato presenta las peores condiciones laborales para la población femenina, seguido de Veracruz, Zacatecas, Oaxaca y Puebla.

La investigación analiza las condiciones que enfrentan las mujeres para encontrar un trabajo y mantenerlo, a través de 15 indicadores como el nivel de estudios, el embarazo adolescente, la desigualdad en el trabajo no remunerado, la violencia de género, entre otros. 

En Puebla, apenas el 39.6 por ciento de mujeres cuenta con estudios de nivel medio superior, y un 26.1 por ciento quieren trabajar pero por distintos motivos no pueden. Esto se traduce en que, para las mujeres poblanas, tan solo el ingresar al mercado laboral ya es difícil. 

Por otro lado, para las mujeres que ya lograron insertarse en el mercado laboral, se registró que la brecha de ingresos por género, es decir, la diferencia de ingresos mensuales promedio entre hombres y mujeres es del 14.1 por ciento, lo que se traduce que a las mujeres les pagan casi 15 por ciento menos que a los hombres para el mismo puesto. Además, 21.7 por ciento de las mujeres poblanas tienen que cubrir jornadas más largas que los hombres. 

Otra de las variables en el reporte indica que el  51.5 por ciento de las mujeres en Puebla tienen un ingreso inferior al costo de la canasta alimentaria; y el 68.7 por ciento están ocupadas en empleos informales, es decir, que trabajan pero carecen de la protección de seguridad social u otras prestaciones.

Ante este panorama, el IMCO propone generar y transparentar datos con perspectiva de género sobre la participación económica de las mujeres en todos los niveles jerárquicos, pues no hay información clara al respecto y esos datos son la base para proponer políticas públicas. 

Otra propuesta es justamente diseñar políticas locales con perspectiva de género para prevenir el abandono escolar, y promover la preparación de mujeres en áreas donde están subrepresentadas, como las ingenierías y las ciencias exactas. 

Lo anterior es con miras a insertar a más mujeres en el mercado laboral, pero para mantenerlas ahí, sugieren incentivar ambientes laborales más inclusivos que sean compatibles con la corresponsabilidad de cuidados, es decir, que tengan a su disposición guarderías para sus hijos u otras instancias que les ayuden con el cuidado de adultos mayores, por ejemplo.