Esmeralda Falcón, la primera boxeadora en representar a México en los Juegos Olímpicos
El día de hoy hará su debut con la italiana Nicoli Rebecca en la Arena Kokugikan en la prueba de peso ligero femenino.
A pesar de que el boxeo es el segundo deporte que más
medallas ha dado para México en la historia de los Juegos Olímpicos en la rama
masculina, no fue hasta Londres 2012 que el boxeo femenino formó parte del
programa olímpico, pero desde entonces
ninguna mexicana había logrado clasificarse. Esmeralda Falcón Reyes
de 26 años, se inició en el boxeo a los 18, inspirada en el Kung Fu y en las películas
de Bruce Lee y Jackie Chan, lo que nunca se imaginó fue que sus históricos
resultados la llevarían hacia Tokio 2020. Para hacerse de este primer lugar en los Juegos Olímpicos,
la mexicana debía haber competido en un torneo que no se efectuó, de manera que
su medalla de oro en Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, y el
bronce en los Panamericanos de Lima 2019 le
dieron la plaza en peso ligero (57-60 kgs) por asignación de lugar de la
Federación Mexicana de Boxeo. “Es un orgullo, una realización personal y un sueño que
tenía a pesar de que al principio todo
el mundo me dijo que iba a ser imposible lograrlo. Creo que todos esos
comentarios fueron claves quizá para aferrarme a esta disciplina. Quiero
mostrar la mejor versión de Esmeralda Falcón, quiero disfrutar la competencia, vivirla
al máximo, tranquila, segura de que puedo estar en el medallero”, dijo Falcón
en una entrevista para el periódico RÉCORD. También lee: Alexa Moreno, la segunda mujer mexicana en participar en una final de gimnasia Falcón Reyes buscará
la primera presea femenina en este deporte el día de hoy apenas pasadas las 23 horas
del centro de México, ante Rebecca Nicoli (Italia) en la ronda de 32, mientras
que su compañera Brianda Tamara Cruz Sandoval hará lo propio contra Oshae Jones
(Estados Unidos), pero en la fase de 16 de la división 64-69 kgs. Su otra pasión La mexicana reconoció en una entrevista a canal once que por
momentos en su juventud dividía su vida
entre el gimnasio de box y el Colegio Nacional de Matemáticas. El sendero
del primero le llevaba a una satisfacción superior, que no sintió igual con el estudio
de números, al grado que dejó su carrera como actuaria para enfocarse en los
guantes.
Sin embargo, esto le
ha detonado el desarrollo de los dos hemisferios del cerebro, que a la vez
le ha facilitado una estrategia distinta: cambiar su guardia en el ring de
ortodoxa a southpaw para complicar más a sus oponentes. "Soy derecha
natural. Una de las decisiones que tomé fue cambiarme a zurda porque una zurda tiene más ventajas que una
derecha. ¿Cuántas zurdas hay? hay muy pocas. Me fue más fácil aprender de
zurda", expresó al medio. |