Diana de Gales es recordada por contribuir a hacer visibles situaciones de discriminación e injusticia que pasaban en el mundo, una de sus principales luchas fue a favor de los derechos de las personas que tenían VIH.

En 1987 se vivió una de las crisis más fuertes de SIDA a nivel mundial, la ciencia se encontraba constantemente buscando curas, orígenes y formas de transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) a la par de que socialmente existía un fuerte rechazo a los portadores, como consecuencia de la ignorancia y homofobia.

¿Cómo comenzó la historia del sida?

Cuando el SIDA apareció en el mapa, y se comenzó a propagar rápidamente, se le relacionó de inmediato con la comunidad homosexual y los adictos a la heroína; se desconocía la manera de contagio, pero este sector de la población era el más afectado.

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Las personas más religiosas y conservadoras sugerían que el SIDA era una represalia divina que castigaba los actos inmorales, la ignorancia era tal que incluso se creía que el contagio de SIDA se daba a través de cualquier tipo de contacto físico.

El día en que cambio todo

En abril de 1987, Lady Di inauguró la primera unidad de VIH/sida de Reino Unido en el Hospital London Middlesex, un espacio que atendería exclusivamente a pacientes infectados con el virus.

Las fotografías de la princesa tomadas en el evento le dieron la vuelta al mundo, Diana con una gran sonrisa le tendió la mano sin guantes a un hombre que vivía con VIH, con el fin de poner un alto al estigma, discriminación y maltrato que estaban sufriendo los pacientes.

Esta acción lo cambió todo. Lady Di era consciente de la trascendencia de sus actos y decidió ampliarlos, dando abrazos, besos y caricias a los enfermos de sida.  

Ella tenía total conocimiento de que estas personas habían sufrido no sólo los estragos físicos de la enfermedad, sino también discriminación y maltrato social. Por lo que comenzó una campaña en contra de los estigmas y mitos que existían en torno a la enfermedad y a favor de su investigación científica para encontrar una cura.

Un enfermero que trabajaba en aquel momento en esa sala, John O´Reill, dijo para la BBC:

“Si un miembro de la realeza puede venir y estrechar sin miedo la mano de un paciente, esto puede inspirar a que otra persona haga lo mismo en el supermercado o en la parada del autobús”.

Por otra parte, en una entrevista en 1997, Ian Green, director ejecutivo de la organización benéfica contra el VIH Terrence Higgins Trust dijo que la princesa Diana fue una verdadera defensora de la concienciación sobre el VIH. “Ella trajo pasión a la causa e hizo cosas que fueron realmente notables”.

“Fue la primera persona de perfil alto que estaba preparada para estrechar la mano y tocar a las personas con VIH, lo que en ese momento se consideraba un riesgo. Esta declaración cuestiono públicamente la noción de que el VIH se transmitía de persona a persona por el tacto,” agregó.

Sus hijos también fueron impactados por estas acciones, Harry se hizo una prueba de VIH en vivo por televisión para mostrar lo fácil que resultaba y William apareció en la portada de la revista Attitude para discutir los problemas de la salud mental que enfrentan las víctimas de la homofobia y la transfobia.