Matrimonio infantil forzado en México: La historia de Angélica de 15 años, que la llevó a la cárcel

Angélica se escapó de la casa de su suegro, quien intentó violarla en cuatro ocasiones porque le decía que había pagado por ella.

Angélica, una menor na savi de 15 años, fue detenida junto con sus tres hermanitas menores de 10 años y su abuela tras resistirse al intento de violación del padre del hombre con el que la obligaron a casarse.

En Cochoapa el Grande, Guerrero, Angélica fue vendida a los 11 años por 120 mil pesos conforme a los “usos y costumbres” de este municipio para casarse.

El hombre con el que fue obligada a contraer matrimonio emigró a Estados Unidos, por lo que ella se quedó a vivir en casa de sus suegros.

Luego de cuatro intentos de violación de su suegro, quien alegaba ser su dueño, al ser él quien pago el dinero, Angélica huyó de la casa y presentó una denuncia, aunque para su sorpresa las cosas no salieron como esperaba.

Su suegro exigió ante la Policía Comunitaria que detuvieran a la niña y que le devolvieran su dinero “más intereses”, pues supuestamente él ahora ya eran 210 mil pesos.

La adolescente se refugió con su abuela, Petra Aguilar Nava, de 70 años, quien al no pagar la cantidad exigida fue detenida junto con sus nietas.

La historia se dio a conocer hasta que su mamá, Concepción Ventura, lo denunció en un hospital, a cientos de kilómetros en el municipio de Ometepec, en la Costa Chica.

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El 9 de octubre Concepción llegó a la comisaría con comida para sus tres hijas. Al discutir con los comunitarios, uno de ellos la golpeó y la agresión le provocó un aborto, por lo que terminó desangrándose en el pasillo de la comisaria. Estaba embarazada de trillizos.

Tras conocerse el caso, funcionarios de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y de la Secretaría de Asuntos Indígenas y Afromexicanos se trasladaron hasta la comunidad Dos Ríos para pedir la liberación de las cuatro menores, pues su abuela fue liberada días antes.

La noche del domingo 10 de octubre, después 11 días retenidas la Comisión Estatal de Derechos Humanos informó que Angélica y sus tres hermanas habían sido liberadas. Ahora están resguardadas por las autoridades y se encuentran lejos de su agresor.

Además, ya se inició una carpeta de investigación en agravio de los integrantes de esta familia para deslindar responsabilidades.

El caso de Angélica, se suma a una larga lista de niñas que han sido vendidas en la Montaña de Guerrero, estos tipos de acuerdos son recurrentes, y gracias a la omisión de las autoridades locales, posibles.

A esta tradición le llaman "dote". Es algo ancestral de los pueblos originarios, aunque ahora solo consiste en una transacción económica. Anteriormente, era una ofrenda que una familia brindaba a otra por la felicidad de una nueva pareja. Se acostumbraba a entregar flores, panes, cerveza, algunos animales y dinero, sin ninguna tarifa.

Ahora, las familias buscan negociar hasta llegar a un monto y la ofrenda queda en segundo plano. El pago puede varíar entre los 40, 80 y hasta 150 mil pesos por una niña.

El monto se establece, según la tradición, en tres aspectos: la edad (mientras más niña más vale), el comportamiento (si se sabe que ya tuvo novio, su valor se demerita) y la educación (más educada, menos valor).

Neil Arias, abogada del Centro de Defensa de los Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, ha documentado casos de venta de niñas, explica que esta situación es una tradición tan arraigada en los pueblos de la zona de la Montaña que intervenir para evitarlo es casi imposible.

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