Después de más de seis años de una búsqueda incansable, el Colectivo Voz de los Desaparecidos informó que fueron entregados los restos de José Martín Jiménez González, quien desapareció el 22 de noviembre de 2018 en la junta auxiliar de Chachapa, municipio de Amozoc. La noticia marca el cierre de una dolorosa etapa para su madre, Minerva González Roque, de 83 años, quien durante años sostuvo la esperanza de volver a abrazar a su hijo. Hoy, aunque no hubo mayores detalles sobre las circunstancias en las que fue encontrado, su familia por fin tiene una certeza: José Martín ya está de regreso a casa. Te puede interesar: “Mi nieto dijo que no lo encontraría”: Minerva, madre buscadora de José Martín El caso de Minerva se conoció a través de El Popular, periodismo con causa, en donde la madre buscadora narró entre lágrimas cómo, pese a sus limitaciones físicas y de salud, recorrió caminos, oficinas y fosas en busca de su hijo. Con el paso del tiempo, su historia se convirtió en símbolo de amor, perseverancia y fe entre las madres que integran el colectivo. En esa entrevista, Minerva reveló que uno de los principales sospechosos de la desaparición de su hijo era su propio nieto, quien llegó a burlarse de ella y a obstaculizar las investigaciones. Sin embargo, nada detuvo su búsqueda: asistió a marchas, a misas semanales, y llenó doce libretas con mensajes para el hijo que esperaba volver a ver. Hoy, tras años de silencio e incertidumbre, Minerva puede al fin despedirse de José Martín. No hay justicia todavía, ni respuestas claras sobre lo que ocurrió, pero sí un pequeño consuelo: el de poder nombrarlo, llorarlo y darle sepultura. Para ella y para muchas madres buscadoras, encontrar a sus hijos —aunque sea sin vida— representa una forma de paz. Un cierre incompleto, pero necesario. Porque en México, donde miles siguen desaparecidos, cada cuerpo que regresa a casa es también un acto de amor y resistencia. |